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Cuando lo último que quiere un desaparecido es volver a casa

La aparición de los dos zaragozanos que habían marchado a Francia ejemplifica que algunas ausencias son voluntarias.

En Aragón hay 130 denuncias activas por desapariciones, algunas de ellas voluntarias.
En Aragón hay 130 denuncias activas por desapariciones, algunas de ellas voluntarias.
Pixbay

Alba, la madre de Alexandro, uno de los jóvenes zaragozanos recién localizados en Francia tras unos días sin dar señales de vida, ha pasado por una de las peores experiencias que pueda enfrentar una progenitora: "Tener un hijo desaparecido es una angustia muy grande, es peor que afrontar una depresión, se te pasa por la cabeza todo lo peor, te imaginas que está muerto o que está secuestrado... que le ha podido pasar cualquier cosa. No duermes y te cuesta comer, no se lo deseo a nadie".

En Aragón hay 130 denuncias activas por desapariciones aunque solo siete de ellas están etiquetadas como alto riesgo, según los datos recabados por Interior. Pero no todos los desaparecidos se corresponden con situaciones violentas o de peligro. "Hay personas que, simplemente, desean desaparecer. Dejarlo todo y cambiar de vida", apunta José María Rudiez, coordinador de SOS desaparecidos en la Comunidad.

¿Y cuál es el perfil predominante en este grupo? "La mayoría -abunda Rudiez- son adolescentes, más chicas que chicos, que ante exámenes finales o por una discusión en casa, por un motivo como que no se les deja ir a una fiesta, cogen la puerta y se marchan". Lo más habitual es que los jóvenes se refugien en casa de un amigo, aunque en ocasiones también cometen imprudencias como quedarse en una casa okupa. En Aragón se resuelve en torno al 98% de este tipo de casos en menos de cuatro días.

En el mundo adulto las motivaciones cambian. "Suelen ser huidas derivadas de problemas de tipo económico y familiares, discusiones de pareja", matiza el responsable de la plataforma. La franja de edad en estos casos oscila entre los 35 y los 40 años. Al tratarse de mayores de edad, si el sujeto no quiere volver a casa lo único que puede hacer la Policía es comunicar a la familia que su pariente está bien y que no desea ser localizado. Es lo que ha ocurrido con los jóvenes zaragozanos de los que no se supo nada entre el 4 de octubre y el pasado lunes. Están en Francia y, por el momento, continuarán ahí.

Avisar si se trata de una fuga

"Es muy importante avisar en un cuartel si la marcha es voluntaria. Desde ahí se desactivará la búsqueda, ahorrando los costes aparejados, y se tranquilizará a la familia", recuerda Rudiez. quien explica que, para no saber nada de sus allegados, los huidos "desconectan el teléfono móvil y cambian de modelo y número, renuncian a sus perfiles sociales, eliminan sus fotos y, muchas veces, crean otro perfil bajo un seudónimo".

Afrontar la larga espera

Mantener la calma cuando se pierde la pista a un hijo, sobre todo si éste apenas supera la mayoría de edad, no resulta sencillo. "Lo que transmitiría a otra madre que pase por lo mismo es que intente no venirse abajo, que luche por mantener el ánimo. Si tú te caes, nadie va a poner las mismas ganas por encontrar a tu hijo", sentencia Alba, quien para sobrellevar el miedo aconseja "descansar dentro de lo posible y tirar hacia adelante para que no se hunda el resto de la familia".

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