Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Miguel Calvo: “Todos llevamos la tabla periódica en el bolsillo aunque no lo sepamos”

El catedrático de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza y experto en minerales es comisario de la exposición ‘Construyendo la tabla periódica’, que se inaugura este jueves en el Paraninfo.

¿Sabías que todos llevamos pequeñas cantidades de tulio (Tm) en nuestros bolsillos y carteras cada día?, ¿o que nuestros teléfonos móviles y tabletas son táctiles gracias a otros dos elementos químicos como son el indio (In) o el estaño (Sn). ¿Cuál fue el primer elemento que se descubrió?

Estas son tan solo algunas de las preguntas a las que se da respuesta en la exposición titulada ‘Construyendo la tabla periódica’ de la Universidad de Zaragoza y que podrá visitarse desde este jueves hasta el próximo 18 de enero en el Museo de Ciencias Naturales del edificio Paraninfo de la capital aragonesa con motivo de la celebración del 150 aniversario de este valioso instrumento.

El químico ruso Dimitri Mendeleyév saltaría a la fama en 1869 tras publicar la primera versión de la tabla periódica, considerada un hito en el ámbito de la química y, además, descubrir el patrón subyacente que recoge la actual representación gráfica de la periodicidad de las propiedades de los elementos químicos gracias a esta clasificación natural. Por medio de esta muestra, el visitante no solo podrá disfrutar de una gran tabla interactiva, si no que podrá descubrir algunos de los secretos mejor guardados en torno a estos elementos.

“La UNESCO decidió dedicar el año 2019 al aniversario de la creación de esta clasificación realizada por Mendeleyév. Su descubrimiento no solo permitió poner en orden estos elementos sino que, además, supuso la predicción de otros nuevos”, explica Miguel Calvo, catedrático de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza y comisario de la exposición.

Además, asegura que la mayoría de elementos químicos forman parte de nuestro día a día aunque no seamos conscientes de ello. “Los hilos fluorescentes de seguridad de los billetes de euro contienen tulio, europio y terbio, por ejemplo”, explica. Aunque, sin duda, las nuevas tecnologías se llevan la palma. “Hoy en día todos llevamos la tabla periódica en el bolsillo aunque no lo sepamos. En cualquier teléfono móvil, sin ir más lejos, está presente el indio, que es el elemento que permite que utilicemos pantallas táctiles”, añade.

Otras peculiaridades que se explican en la muestra guarda relación con las condiciones para mantener cada uno de estos elementos químicos, como ocurre por ejemplo con el galio, el cual se fundiría al entrar en contacto con la piel humana: “A una temperatura de 30 grados se fundiría dejando una mancha, por lo que si una persona colocase un trozo de este elemento en la palma de su mano se fundiría; lo mismo que el cesio, aunque en este caso te haría un agujero”, explica. Además, mientras que el primero es completamente inofensivo, el segundo es el metal más reactivo que existe.

La efímera vida de uno de los últimos elementos 

La muestra la completan numerosas fotografías y biografías de científicos que fueron completando y mejorando la tabla periódica, minerales, objetos históricos y libros antiguos, entre otros objetos de lo más curiosos. “Podremos recorrer la historia de este descubrimiento y su construcción a través de un cronograma que nos llevará desde la prehistoria hasta esta misma década y apreciar algunos ejemplares de tablas periódicas de distintas épocas”, resume el comisario.

También se hablará de los 120 elementos químicos que componen la tabla periódica hoy en día, desde los primeros 64 que incluyó el científico ruso hasta algunos más recientes como el oganesón (Og), el elemento más pesado sintetizado hasta ahora y el último del séptimo período en la tabla periódica. “Este elemento posee una vida media de en torno 0,89 milisegundos”, indica el experto.

La química para explicar el mundo

Finalmente, se ha editado un libro con el mismo título de la exposición en el que se amplían los contenidos tanto iconográficos como textuales de la muestra. Calvo ha dedicado buena parte de su vida al estudio de los minerales y de estos elementos. “Para mí la química es algo divertidísimo y que lo mueve todo. Sirve para explicar el mundo que nos rodea”, admite. Por eso, el objetivo de esta muestra no es otro que tratar de hacer llegar a la ciudadanía la importancia de la química a lo largo de la historia.

“Estos elementos han estado siempre con nosotros, desde que el hombre descubrió el primer metal”, asegura Calvo. Además, allá por el año 2003 el catedrático publicaría una enciclopedia de minerología de nueve tomos y 5.000 páginas titulada ‘Minerales y minas en España’. “Hoy, muchas de las piezas que forman parte de esta exposición forman parte de mi colección particular, la misma que utilicé para llevar a cabo este manual”, concluye.

La exposición la completan fondos del Instituto de Educación Secundaria Ramón y Cajal de Huesca, de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza y de la Colección Lucas Mallada, depositada en la Facultad de Educación de la Universidad de Zaragoza en el Campus de Huesca.

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