ARAGÓN

La despoblación avanza y casi la mitad de los municipios aragoneses ya no tienen escuela

La baja natalidad y el envejecimiento se ceban con el medio rural y en al menos 66 pueblos ya no hay niños.

Escuela de Alba del Campo, con tres alumnos.
Escuela de Alba del Campo, el pasado curso, con tres alumnos.
P. F.

La despoblación que afecta a Aragón se ceba también con el sector educativo y casi la mitad de los municipios de la Comunidad no tienen escuela. 212 pueblos no alcanzan los 101 habitantes. En 66 de ellos no hay ni un solo niño menor de 15 años, y en otros 133 solo residen de uno a cinco chavales. A pesar de que la DGA bajó en 2015 la ratio a 3 alumnos para mantener abiertos los colegios, hay localidades que no alcanzan ni siquiera esa cifra.

Según los datos del Instituto Aragonés de Estadística (Iaest), 391 de los 731 municipios de la región tenían escuela en el curso 2017-2018 (109 de Huesca, 128 de Teruel y 154 de Zaragoza). Son datos que descienden con el paso del tiempo. De hecho, hace 15 años aproximadamente eran 444. Estas cifras varían si se contabilizan por núcleos de población en lugar de por municipios.

El 46,5% de las localidades aragonesas no disponen ya este curso de colegio. En muchos casos, es una situación que arrastran desde hace años, como en algunos pueblos de las Cinco Villas. A sus 55 años, Carmen Vispo recuerda cuándo, con 12, cerraron la escuela de Urriés: "Era 1976. Entonces íbamos unos 13 niños al colegio. Algunos se trasladaron con sus padres a Zaragoza, otros se fueron internos a otras localidades y los demás estudiamos en Sos del Rey Católico, donde estábamos de lunes a viernes". A ese municipio llegaron también chavales de otras poblaciones, como Murillo de Gállego, Puendeluna, Las Pedrosas o Marracos, relata. Urriés no volvió a contar con escuela desde entonces, un hecho que, para esta localidad, marcó "el principio del fin". Hoy intentan revertir esa tendencia con actividades culturales que buscan atraer habitantes y generar una intensa vida social.

El curso que está a punto de empezar vendrá marcado por el cierre de otros colegios, que pasarán así a engrosar la larga lista de pequeños pueblos aragoneses que no ofrecen ya este servicio educativo. En esta situación se encuentra Alba del Campo, en Teruel, que pertenecía al Centro Rural Agrupado (CRA) Cuna del Jiloca –que agrupa a Santa Eulalia, Torrelacárcel, Villafranca del Campo y Villarquemado–, con 142 alumnos. Al aula de Alba acudían el pasado curso solo tres estudiantes: uno empezará ahora en el instituto de Cella, otro se ha trasladado con su familia a Santa Eulalia y el último, que está en 5ª de primaria, se tendrá que desplazar todos los días a la cabecera del CRA. El director, Pablo García, trasladó el sentimiento de "tristeza" al cerrar el aula, porque "supone desmontar lo que ha sido el centro de la vida del pueblo".

Medidas de apoyo de la DGA

La bajada demográfica repercute en los centros educativos, motivo por el que la Consejería de Educación decidió la legislatura pasada articular una serie de medidas de apoyo a la escuela rural. Además de rebajar a 3 la ratio mínima para mantener una escuela abierta, estableció un plan de estabilidad del profesorado para que los docentes se mantengan más años en los centros y pueda continuarse con los programas educativos implantados.

Para la DGA, la "escuela rural necesita una especial protección", ya que es la red más extensa en número de centros, llega a todos los puntos y contribuye a la vertebración del territorio, ya que el mantenimiento de colegios supone la principal arma en la lucha contra la despoblación. Desde Educación recuerdan que el 18% del alumnado aragonés (más de 34.100 alumnos) estudia en localidades de menos de 5.000 habitantes y a ellos se dedica el 31% del presupuesto educativo. El 27% del profesorado aragonés imparte clase en el medio rural.

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