Puigdemont tacha de "persecución ideológica" el cese de Bruno Pérez, ex alto cargo del Gobierno de Aragón

El ‘expresident’ carga contra la destitución del exdirector general al que destituyó Podemos por ocultar su pasado independentista

El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.
El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.
Efe

No le gustó al ‘expresident’ de Cataluña, Carles Puigdemont, la destitución de Bruno Pérez Juncà por no aportar a Podemos "información relevante en cuanto a su actividad política pasada". En su opinión, el exdirector general de Administración Electrónica cesado ha sido víctima de una "persecución ideológica y narrativa criminal", y su "presunta antigua relación con el independentismo" (dirigió el montaje de enormes esteladas con velas) se ha tratado "como si fuera terrorismo o narcotráfico", tuiteó el político catalán prófugo de la Justicia desde Waterloo.

En Aragón, el cuatripartito cerró filas en defensa de Podemos. El presidente del Ejecutivo aragonés, el socialista Javier Lambán, felicitó y mostró su apoyo a su consejera de Ciencia, Maru Díaz, por "su forma de gestionar" el cese del ya exdirector general. Y aprovechó el tuit para lanzar un dardo envenenado a la oposición: "Por cierto, no se trata de un caso de corrupción, con la que tan condescendientes son en otros lugares algunos de los inquisidores de aquí". No tardó en replicarle el portavoz de Cs en las Cortes, Daniel Pérez Calvo, que le recordó que "controlar al Gobierno es la principal labor de la oposición en democracia", y anunció que lo seguirá haciendo "de manera libre, responsable y leal a los aragoneses".

El de Cs también fue el único que contestó a Puigdemont, al que le pidió que se dejara de "melodramas" y le advirtió de que "aquí la única persecución ideológica es la que sufren en una parte de España quienes ven cómo limpian con lejía el suelo que pisan".

El vicepresidente de la DGA, el aragonesista Arturo Aliaga, quiso zanjar la polémica con un contundente "se tenía que rectificar y se ha rectificado. Se ha hecho lo que se tenía que hacer". No vio en la polémica ningún atisbo de crisis de Gobierno, pues "hubo los contactos necesarios y se resolvió". En CHA también intentaron quitar hierro al asunto, y se limitaron a manifestar su respeto a la decisión de Podemos y a valorar que "se actúe con rapidez cuando existe pérdida de confianza".

La oposición, más contundente con el desatino de Podemos, vio la mano de Lambán y de Aliaga detrás del cese de Bruno Pérez. Mar Vaquero, portavoz adjunta del PP, les recordó que "hay que mirar el perfil antes de los nombramientos pues no puede formar parte de un Gobierno alguien que ha exhibido que no respeta los aspectos fundamentales del Estado de derecho". Con lo ocurrido, según la diputada, "Podemos ya sabe que tiene que pedir permiso a Lambán para cualquier cosa". Compartía en parte su opinión Santiago Morón, presidente de Vox en Zaragoza, que entendía que ha sido un "cese impuesto" y cuestionaba que los podemistas desconocieran el perfil del ex alto cargo.

IU critica la destitución

Solo el diputado de IU, Álvaro Sanz, se mostró muy crítico con la destitución de Bruno Pérez: "Es un mal síntoma. La izquierda siempre ha respetado el derecho a la propia opinión, que en este caso nada tiene que ver con las responsabilidades asumidas". Afeó, por ello, la decisión de la consejera Maru Díaz de "censurar la opinión política discrepante".

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