Magia en el Aneto: ascensión nocturna y un increíble amanecer

Un espectáculo inolvidable. Un privilegio al alcance de muy pocos. Las impresionantes vistas desde el Aneto, rematadas con los increíbles colores del amanecer. De todo eso y de mucho más pudo disfrutar el pasado 13 de julio el grupo de montañeros que hicieron un ascenso nocturno al pico más alto de los Pirineos aprovechando la luna llena.

Para muchos fue la segunda vez. La primera la protagonizaron el año pasado por las mismas fechas y les gustó tanto que decidieron convertirlo en una tradición dentro de sus habituales visitas al valle de Benasque.

Quedaron en Benasque en la medianoche del viernes 12 al sábado 13. Subieron en taxi hasta el refugio de pescadores de Vallibierna y empezaron a andar hacia las 00.30. Subieron por el ibón de Coronas y unas cinco horas después estaban en el paso de Mahoma para disfrutar de la salida del sol.

“Por seguridad, el paso de Mahoma lo cruzamos cuando ya era completamente de día, pero aunque aún no estábamos en la cima ver el amanecer desde lo alto del Aneto fue algo mágico”, cuenta María Ciria. Ella lo fotografió y lo grabó todo con su móvil y luego compartió las imágenes en sus redes sociales y en las del hotel Ciria.

“Llevábamos frontales de luz, pero como había luna llena casi no hacían falta”, cuenta. “A ratos era como un sueño, como una fantasía, la luna cogía un color anaranjado, el cielo se reflejaba en los ibones por los que pasábamos… fue una maravilla”, explica entusiasmada esta vecina de Benasque que ya había ascendido otras veces al Aneto. “Siempre es un espectáculo, pero como esta, ninguna”, resume todavía emocionada.

El descenso lo hicieron por el ibón del Salterillo y hacia el mediodía del sábado estaban en el Plan de la Besurta. Apenas pasaron calor, no sufrieron ni filas y aglomeraciones y se llevaron consigo estampas que nunca olvidarán.

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