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Empleo que puebla el territorio

Un estudio demuestra la importancia del sector agroalimentario como generador de empleo por todo el territorio aragonés.

Pastas Romero, Daroca/16-4-2013/ Foto: Asier Alcorta
Pastas Romero, Daroca/16-4-2013/ Foto: Asier Alcorta
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Se repite como un mantra. No hay político o representante institucional que no se refiera al sector agroalimentario con el calificativo de "estratégico", una cualidad que defienden también hasta la saciedad los responsables de las organizaciones que lo representan. Sus cifras dan fe de esta cualidad y lo sitúan como el segundo sector industrial por facturación y empleo (rozando, si no ha dado ya el ‘sorpasso’, a la automoción) y evidencian su importancia en el conjunto de la economía aragonesa en el que se erige como uno de sus principales pilares.

Pero lo que estos números no cuentan es la importancia que esta actividad productiva tiene en el medio rural en el que se asienta, donde genera empleo y fija población, especialmente en aquellas comarcas que ya forman parte de eso que se conoce como España vacía o vaciada.

Hasta ahora, porque para "visibilizar" esta realidad, la Asociación de Industrias de la Alimentación de Aragón (AIAA) ha elaborado un estudio "nada fácil" para demostrar "en profundidad" el peso que el complejo agroalimentario (ese que forman el sector agrario y industria alimentaria) tienen en el empleo total de todas y cada una de las comarcas aragonesas.

Así lo explica José Ignacio Domingo, gerente de esta organización empresarial, que destaca que según los últimos datos de afiliación a la Seguridad Social, este sector alcanzó en marzo de 2019 los 17.521 trabajadores en Aragón. "Cuando se analizan los datos por comarcas puede apreciarse cómo el complejo agroalimentario gana importancia relativa en muchas de ellas respecto a la media de la Comunidad, especialmente en aquellas con menor densidad de población", explica Domingo, que insiste además en que "este hecho se ha ido intensificando en los diez últimos años".

No se trata solo de fotografíarla realidad. También de que se "conozca el verdadero valor de la agroindustria", señala Domingo, que recuerda que, como recoge el estudio, uno de cada diez empleos directos en Aragón ha sido generado por este sector, que es además el que domina el mercado laboral en 22 comarcas aragonesas.

Con estos datos (y otros muchos) la AIAA lanza un aviso al próximo Gobierno aragonés para que en sus políticas contra la despoblación no olvide el protagonismo de la industria alimentaria y el sector agrario que la sustenta.

No es una revelación. Es bien conocida la importancia que el complejo agroalimentario (sector primario y su industria agroalimentaria) tiene en la economía aragonesa, y no solo por sus números sino por su ubicación: se distribuye por todo el territorio de la Comunidad y fija población en municipios y comarcas en las que apenas existe otro tipo de actividad productiva. Pero ahora, a este protagonismo le han puesto cifras. El trabajo lo ha realizado la Asociación de Industrias de la Alimentación de Aragón (AIAA), que ha elaborado un estudio en el que ha mapeado la distribución del empleo en la diferentes comarcas aragonesas.

El resultado tiñe de verde la Comunidad. Porque el agroalimentario es, según evidencian los datos, el primer empleador directo en dos tercios del territorio aragonés y especialmente en aquellas zonas en las que las que apenas se contabilizan 10 personas por kilómetro cuadrado. En este territorio, que supone el 66% del total, uno de cada tres empleos (29,82%) está directamente relacionado con la actividad primaria y su transformación.

Aún más, la agricultura y la industria transformadora se sitúa actualmente entre los tres principales sectores que generan mayor cantidad de puestos de trabajos en 30 de las 33 comarcas de la Comunidad.

Las cifras se disparan y evidencian el dominio de este sector cuando se analiza el mercado laboral en el Aragón vacío. Así, en Sobrarbe, Ribagorza, Monegros, Campo de Belchite, Campo de Daroca, Jiloca, Cuencas Mineras, Maestrazgo, Sierra de Albarracín y Gúdar-Javalambre, las diez comarcas de la Comunidad más despobladas, aquellas en las que la densidad de población apenas supera los 7 habitantes por kilómetros cuadrado, el empleo agroalimentario se alza hasta el 30%, un porcentaje que triplica la media de Aragón, señala el informe. «Hay que destacar además que en estas comarcas si se agregan los datos del empleo del sector agroalimentario con los generados por el canal Horeca (hostelería y restauración) la cifra se eleva hasta el 42% e incluso se dispara, en algunas de ellas, hasta el 52%», detalla el director gerente de AIAA, Ignacio Domingo, que señala cómo estas cifras confirman la fuerte dependencia que tienen las comarcas más despobladas de dos sectores: el agroalimentario y el turismo.

En continuo avance

El estudio no solo demuestra el destacado peso que el sector agroalimentario aragonés tiene en el medio rural de la Comunidad, tanto como generador de riqueza y empleo como vertebrador de la población e incluso como el herramienta esencial (o única) para el mantenimiento de la población en aquellos municipios en los otros sectores no se plantean ni siquiera iniciar una posible actividad. El documento visibiliza la resilencia y la resistencia de estas industrias que a pesar de las dificultades que les supone desarrollarse en un entorno en el que no sobran las infraestructuras viarias, la implantación de tecnología y hasta la mano de obra, no han dejado de crecer y de crear nuevos puestos de trabajo. Lo dicen las cifras. En 2007, el año anterior a la crisis, el empleo directo generado por este sector en Aragón suponía el 6,57% del total. Siete ejercicios después -aquellos en los la economía española vivió una situación más que complicada- este porcentaje había aumentado hasta situarse en el 9,22% "jugando además un importante papel como sector refugio durante los años más severos de la crisis".

Y sigue creciendo. Actualmente, señala el informe, el peso relativo del complejo agroalimentario en el mercado laboral aragonés se sitúa en el 9,45%. Además, según los datos recabados por la Asociación de Industrias de la Alimentación de Aragón, su importancia se ha extendido por el territorio aragonés, de manera que si en 2015 era uno de los tres principales empleadores en 28 de las 33 comarcas, en este 2019 ya lo es en 30 de las 33.

A la par que la automoción

La importancia del sector agroalimentario en la Comunidad se explica en números. Su peso en el PIB se acerca al 10% y el empleo generado por su industria, según los últimos datos de afiliados a la Seguridad Social, alcanzó el pasado mes de marzo los 17.521 trabajadores, una cifra muy similar "y puede que ya superior" a los puestos de trabajo que genera el todopoderoso sector automovilístico en Aragón. Pero Domingo destaca un detalle más cualitativo. La industria ligada al sector primario está desperdigada por todo el territorio de la región y es pieza fundamental en las tres provincias aragonesas. Solo en dos comarcas -Ribera Alta del Ebro y Tarazona y el Moncayo- el empleo generado por la fabricación de vehículos y el material de transporte tiene mayor protagonismo. En Jacetania, Alto Gállego y Sobrarbe, es el sector de la hostelería el principal empleador, una circunstancia que tiene mucho que ver con el alto componente turístico de estas comarcas, como sucede también en una parte del Bajo Aragón.

Para evidenciar el protagonismo de la industria alimentaria en el territorio, la AIAA ha estudiado además la dispersión de los locales (no corresponden a empresas sino a centros cuyo epígrafe está relacionado con la actividad en cuestión) de los distintos sectores productivos en cada una de las provincias aragonesas. Un análisis que deja claro que en Huesca y en Teruel, donde otras actividades industriales tienen menor presencia, la industria alimentaria cuenta con el 46% de las instalaciones productivas entre las dos provincias, central que concentran más del 30% del empleo total de este sector.

Se necesita un plan

"Esta realidad ya era de sobra conocida, pero queríamos que se viera de otra manera, que se descubriera cuál es el verdadero valor de la agroindustria", señala Ignacio Domingo, que recuerda que hasta ahora no había estudios específicos sobre la comarcalización del empleo. "La Administración debería tomar este tipo de análisis en consideración", destaca el director gerente de AIAA, que reconoce que este estudio tiene todavía mucho recorrido y mayor profundización para conocer "lo que ocurre dentro de cada una de las comarcas".

En cualquier caso, la organización empresarial espera que su documento sirva también para justificar la elaboración de ese Plan Estratégico que lleva reclamando desde hace años. Un plan, recuerda Domingo, que contemple las fortalezas y potencialidades de este sector en las diferentes comarcas para desarrollar su especialización y dimensión adecuada en aquellos productos con mayor potencial. "Un plan -insiste- que establezca las herramientas y los apoyos económicos para que este sector pueda hacer frente a los retos de futuro". Y estos son: competitividad, internacionalización, promoción e innovación.

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