La reforma de los límites diocesanos entre Lérida y Barbastro ha levantado tantas ampollas por el litigio de las obras de arte que Roma ya no quiere oír hablar de nuevas segregaciones y ha paralizado los movimientos emprendidos para hacer coincidir el mapa territorial religioso con el político.

Fuentes de la Conferencia Episcopal Española indicaron que "no nos consta" que haya habido otro cambio de límites. Antes de 1995, la diócesis de Lérida comprendía parroquias de Ribagorza, Cinca Medio, Litera y Bajo Cinca, que fueron adscritas a Barbastro-Monzón mediante un decreto de la Congregación de los Obispos. Tres años después, el mismo órgano, ante las dificultades surgidas, estableció que el patrimonio artístico estaba en Lérida a título de depósito y debía devolverse. Empezó entonces el largo litigio que ha desembocado en este juicio.

Jorge Español, el abogado de Sijena, que colabora en el pleito, cree que tendrá una enorme trascendencia. Recuerda que el Palacio episcopal se reformó para dar cabida a las obras y que "van a venir a un museo nuevo, con las mejores condiciones".