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Cerca del 40% de los aragoneses de entre 25 y 34 años todavía viven con sus padres

En los últimos años ha aumentado el volumen de jóvenes residentes en Aragón que no se emancipan.

El Consejo de la Juventud considera "inviable" la emancipación en solitario antes de los 30.
El Consejo de la Juventud considera "inviable" la emancipación en solitario antes de los 30.
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Abandonar el nido, como diría el abuelo, ya no es tan sencillo como antes y para muchos jóvenes tampoco es una opción prioritaria. Hace 20 años los jóvenes cursaban sus estudios (una carrera universitaria o una FP) y, tras encontrar un trabajo, emprendían su propia vida. Ahora esta sucesión de hechos no es tan rápida. Según los últimos datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 39,2% de entre 25 y 34 años todavía conviven con sus padres. Esta cifra era diez puntos porcentuales más baja (29,03%) en 2013. Como resultado, en cinco años, cerca de 5.000 jóvenes más viven con sus progenitores (de menos de 50.000 a más de 54.000).

La crisis económica y sus consecuencias son la principal razón por la que se produce esta tendencia. En la actualidad, la juventud está más tiempo formándose: cursan dos FP superiores en vez de una, realizan una carrera universitaria y un máster y cada vez son más los que apuestan por un doctorado. Por no hablar de la formación en idiomas y otras características sociales que se demandan en los empleos actuales. Todo ello con el objetivo de encontrar el mejor trabajo.

Pero la realidad es muy diferente. Tras terminar las correspondientes titulaciones, muchos solo encuentran empleos como becarios o trabajadores en prácticas. Con los que percibe un sueldo significativamente inferior al del resto de profesionales del sector. Incluso cuando logran ese preciado empleo como ingeniero o técnico de electricidad, puede que no tenga el salario esperado. La crisis ha reducido el importe que se paga por muchos oficios. Pueden terminar sus estudios, realizar las prácticas correspondientes y encontrar un empleo con el que, en determinadas ocasiones, no poder emanciparse.

"Debido a la crisis ahora se registran bajos salarios, insoportables tasas de temporalidad y una rotación que convierte a los jóvenes en auténticos nómadas en el mercado de trabajo: de un sector a otro, de asalariados a autónomos, de víctimas de la parcialidad no deseada a falsos becarios con escala impuesta en el paro o en el extranjero", explica Elena Pérez, Secretaria de Igualdad y Juventud de CC. OO. Aragón. Además, es necesario recordar que en muchos alquileres exigen un contrato indefinido, lo que complica todavía más esta cuestión, haciendo casi imposible "la planificación de proyectos de vida a medio o largo plazo". Pérez recuerda que el salario de las personas jóvenes en Aragón es de unos 10.500 euros de media. 

Para revertir esta situación, desde CC. OO. apuestan por conseguir que la formación sea el vehículo de transición para acceder a un empleo de calidad, un salario digno y un desarrollo profesional en la empresa. Entre las medidas está una educación infantil universal y gratuita, la ampliación de la formación obligatoria hasta los 18 años y mejorar la formación profesional e incrementar las becas universitarias. 

Además de las razones económicas, hay que recordar que siempre existirá un volumen de personas que nunca dejarán de vivir con sus padres. Generalmente, esta decisión se toma por propia voluntad, aunque las razones pueden ser variadas: porque no quieren vivir solos, porque prefieren hacerlo con sus padres o porque tienen que encargarse de su cuidado o atención. 

Una tendencia nacional

Los aragoneses no son los únicos que tardan más en emanciparse. La Encuesta Continua de Hogares pone en evidencia que el 53,1% de los jóvenes españoles entre 25 y 29 años vivía con sus padres o con alguno de ellos en 2018. Este porcentaje ha crecido 4,6 puntos en los cinco últimos años. Por su parte, la proporción de españoles de 30 a 34 años que vivían con sus padres o con alguno de ellos se situó en el 24,7%, con un aumento de 4,2 puntos desde 2013.

El resto de jóvenes aragoneses de entre 25 y 34 conviven de la siguiente forma: con su pareja y sin hijos (24,49%), con su pareja y con hijos (22,10%), solos (7,46%), con amigos u otras personas (3,11%), con otros parientes (2,02%) y sin pareja pero con hijo (1,66%).

Ayudas de vivienda

Con el objetivo de ayudar a los jóvenes a emanciparse, el Ayuntamiento de Zaragoza acaba de poner en marcha un plan de viviendas municipales para que vecinos menores de 30 años puedan compartir piso a precios más económicos de lo que marca el actual mercado inmobiliario. Alquilar una habitación tendrá un coste de entre 140 y 160 euros durante un plazo de 12 meses, que se podrá prorrogar hasta los 36.

El Plan Estatal de Vivienda (2018-2021) también tiene entre sus objetivos facilitar el disfrute de una vivienda digna y adecuada a los jóvenes de menos de 35 años. De este modo ofrece ayudas al alquiler para las unidades de convivencia con ingresos inferiores a tres veces el IPREM (unos 23.000 euros anuales). Con un alquiler de hasta 600 euros euros, se bonifica el 50%; mientras que si supera esta cifra hasta los 900, en este último tramo (de 600 a 900), la ayuda es del 30%. Si lo que se quiere es adquirir una vivienda, con el mismo requisito del IPREM se conceden ayudas de hasta 10.800 euros siempre que el precio de compra sea inferior al 100.000 euros.

Además, el Gobierno de Aragón, a través del Instituto Aragonés de la Juventud, cuenta con una asesoría de vivienda joven que informa a este colectivo sobre el acceso a la vivienda y las opciones existentes en su localidad de residencia.

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