terrorismo

David Pla, exjefe de ETA e investigado por la muerte de Giménez Abad, sale de prisión

El terrorista, que pudo ser uno de los encapuchados que leyó el comunicado de disolución de la banda, dejará en pocos días una cárcel francesa.

David Pla
Fotografía de archivo de David Pla, considerado uno de los últimos jefes de ETA
EFE

El terrorista David Pla, uno de los últimos jefes de ETA y al que los investigadores han vinculado siempre con la preparación del atentado contra el presidente del PP-Aragón Manuel Giménez Abad en Zaragoza, saldrá en las próximas semanas de la cárcel francesa donde cumple condena. Una vez libre, el etarra, que según la Policía y la Guardia Civil pudo ser uno de los encapuchados que leyó el mensaje de disolución de la organización terrorista en 2011, permanecerá bajo control judicial en Francia a la espera de que se resuelva la euroorden dictada por los jueces españoles

El pamplonés David Pla, de 45 años, llegó a Zaragoza en noviembre de 1999 con orden de montar una estructura estable en la capital aragonesa. Lo hizo acompañado del también terrorista Aitor Lorente, con quien se instaló en un piso de la calle de Cervantes, aunque lo dejaron pronto porque no era seguro. Tras alojarse dos semanas en sendos hoteles, se trasladaron definitivamente a un piso del número 82 de la calle Doctor Iranzo, en Las Fuentes, donde permanecieron hasta que fueron detenidos en 2000 en las inmediaciones de la plaza de San Francisco.

Durante su estancia en la ciudad, Lorente se hacía pasar por representante de artes gráficas y Pla tenía el carné de la Universidad de Zaragoza. Por su declaración judicial, se supo que su misión era buscar pisos y garajes seguros, recopilar información sobre personas y hacer un archivo de documentación.

La detención de los dos etarras fue fruto del control rutinario que el Grupo de Información hace en las agencias de alquiler de coches. Los agentes descubrieron que alguien había entregado una documentación falsa en una de ellas. Por ese motivo, organizaron una vigilancia para esperar a que el vehículo fuera devuelto y averiguar quién lo había alquilado.

El 27 de julio, Aitor Lorente entregó el vehículo. Los agentes lo siguieron por la calle de Menéndez Pelayo y observaron cómo entraba en el bar Sportivo y entregaba un portafolios a otro tipo. Minutos después, ambos eran arrestados. Sin embargo, los funcionarios no supieron que eran etarras hasta el día siguiente, una vez que comprobaron sus huellas.

Juzgados un mes antes del atentado

Durante el juicio celebrado contra ellos en junio de 2001 en la Audiencia Nacional, sus abogados llegaron a un acuerdo con la Fiscalía (que pedía 11 años de cárcel) y aceptaron una condena de seis por pertenencia a banda armada. Un mes antes de la vista oral, ETA asesinó al presidente del PP de Aragón, Manuel Giménez Abad. Aunque se pensaba que la información facilitada por Pla y Lorente había sido utilizada para acabar con la vida del político aragonés, esto no pudo ser demostrado.

Cinco años después, en junio de 2006, cuando estaba a punto de cumplirse su condena , el fiscal de la Audiencia Nacional Ignacio Gordillo pidió prisión para ambos por facilitar información sobre Giménez Abad. El juez Santiago Pedraz no halló entonces pruebas claras para vincular al comando Zaragoza con el asesinato. Para Gordillo, sin embargo, existían hasta siete indicios diferentes de su participación en el crimen, por lo que recurrió la decisión de Pedraz. El juez se fue de vacaciones y Baltasar Garzón, que le sustituyó temporalmente, imputó al comando. A su vuelta, Pedraz dictó un nuevo auto que dejó en libertad provisional a los dos etarras.

En agosto de 2006, David Pla fue puesto en libertad definitiva al cumplir la condena y se trasladó a Francia, donde retomó sus actividades en el entorno de las organizaciones de apoyo a los presos. Poco a poco fue ganando peso en la banda y se convirtió en uno de los dirigentes del 'aparato político' etarra, hasta que fue arrestado de nuevo en abril de 2010 en Hendaya. La Guardia Civil lo vinculaba con el entramado de abogados que servía de nexo entre la cúpula terrorista y las cárceles. Sin embargo, las autoridades francesas lo dejaron en libertad al no hallar pruebas contra él, situación que aprovechó para huir y pasar a la clandestinidad.

David Pla fue condenado el pasado 5 de febrero a cinco años de prisión por pertenencia a banda terrorista por el Tribunal Correccional de París. Fue detenido en septiembre de 2015 en una casa rural de la localidad vascofrancesa de Baigorri.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión