Turismo rural

Recorridos por la España vacía en Aragón

Pasear entre las calles de los pueblos abandonados por la despoblación es un evocador paseo por el pasado de nuestra propia historia

Núcleo abandonado de Mas del Labrador, en la Comarca de Matarraña.
Núcleo abandonado de Mas del Labrador, en la Comarca de Matarraña.
Comarca del Matarraña

La reivindicación de la España vacía liderada por la plataforma 'Teruel Existe' tiene buenos ejemplos en esta provincia y en el resto de Aragón de los efectos de la despoblación, que ha dejado abandonados muchos núcleos rurales. Muchos de ellos son ya solo casas y calles deshabitadas que, en medio de la decadencia, conservan la belleza evocadora de una época en la que la vida estaba más unida a la naturaleza y al paisaje. Recorrer sus calles es vivir las historias de aquellos que las habitaron en otro tiempo, y son una llamada de atención para que no se pierda ese patrimonio que es nuestra propia historia. Algunos están incorporados a las rutas senderistas de las comarcas.

En la turolense comarca del Matarraña, Mas del Labrador es un pueblo que quedó deshabitado en los años 60 del siglo XX, al abandonarlo las pocas familias que quedaron tras la Guerra Civil en la que sufrió los duros combates de la zona. Muchos años más tarde, en 1996 fue el marco para el rodaje de la película ‘Libertarias’, ambientada en la Guerra Civil, del director Vicente Aranda, con Ana Belén, Victoria Abril, Ariadna Gil o Miguel Bosé. Situado en el término municipal de Valjunquera, a un par de kilometros de Valdeltormo, conserva todavía su iglesia parroquial de San Juan Bautista, alrededor de la que se agrupan las casas, algunas de las cuales mantienen todavía las fachadas de piedra sillar y portadas adoveladas. Desde Valdejunquera se puede llegar caminando en una ruta de 12,8 km y escaso desnivel.

Pueblo abandonado de Morcat, cerca de Boltaña.
Pueblo abandonado de Morcat, cerca de Boltaña.
Mamen Pardina

En el Pirineo central, el término municipal de Boltaña, en la comarca de Sobrarbe, agrupa numerosos núcleos urbanos, algunos de ellos deshabitados, en los que todavía se puede respirar el pasado de las gentes que vivían entre estas típicas construcciones pirenaicas y en medio de un hermoso entorno natural. Morcat es uno de los despoblados más bellos de esa lista. Se puede llegar siguiendo el sendero a pie que, desde la A-1604, lleva a Espierlo. Desde allí, siguiendo la carretera se llega a Campodarbe, con las típicas casas de piedra de las aldeas pirenaicas, muy cerca de la impresionante cascada del Confesionario. Desde la carretera un primer desvío nos lleva a El Pueyo de Morcat, en pleno Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara. Poco queda ya para Morcat, atalaya privilegiada del Pirineo Central, Peña Montañesa y parte del valle del Ara. Su caserío ya deteriorado no puede esconder pasadas épocas de esplendor y toda la fuerza de la vida de la montaña.

Tiermas y restos del su balneario, normalmente sumergido en el embalse de Yesa.
Tiermas y restos del su balneario, normalmente sumergido en el embalse de Yesa.
Álvaro Calvo

En la provincia de Zaragoza, Tiermas fue un municipio con vida al que privó de futuro la construcción del embalse de Yesa, inaugurado en 1960. Desde época romana se conocen los beneficios terapéuticos de las aguas sulfurosas del manantial de la localidad, que brotan a una temperatura constante de 42 ºC, y en donde se llegó a instalar balneario muy afamado en su tiempo. En las temporadas en las que el embalse se encuentra a bajo nivel reaparecen las instalaciones y no es poca la gente  que aprovecha para sumergirse en las aguas.

Susín, un pequeño pueblo abandonado en el camino al sobrepuerto de Biescas.
Susín, un pequeño pueblo abandonado en el camino al sobrepuerto de Biescas.
Heraldo de Aragón

Susín era un pequeño pueblo en el camino al sobrepuerto de Biescas. Sus casas de piedra siguiendo la arquitectura popular pirenaica hacen que la visita a este núcleo abandonado sea una delicia. A ello se suma la iglesia de Santa Eulalia, en cuyo ábside se puede admirar el singular estilo del románico larredense de esta zona. Pese al abandono, Susín se mantuvo en pie gracias al empeño de una de sus antiguas vecinas, Angelines Villacampa, fallecida en 2013, que convirtió sus calles en un auténtico ecomuseo y un escaparate real de lo que fue la vida en las montañas del Alto Gállego hace 50 años. Se puede llegar por pista desde el vecino núcleo de Oliván, si bien debe dejarse el coche unos 300 m antes del pueblo y realizar ese último tramo a pie.

Pastoreo cerca de la Laguna de Bezas.
Pastoreo cerca de la Laguna de Bezas.
Tony García

Con solo nueve casas y sin llegar a tener nunca agua corriente, la aldea turolense de Las Casillas de Bezas se mantenía gracias al pastoreo y la agricultura. Alumbrándose con velas y candiles y bajando a surtirse a un manantial cercano, este núcleo rural enclavado en el término municipal de Albarracín se mantuvo heroicamente hasta el año 1984. No fue esta vida esforzada, sin servicios básicos ni adelantos tecnológicos, la que hizo que marcharan sus últimos habitantes, sino la reforestación de pinos impuesta, que prohibía pastar a los rebaños de cabras, principal recurso de la localidad. Se llega desde el camino de Bezas.

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