"Encontrar Tiermas y Escó nos ha salvado la parte final de la película"
Las bombas de Gernika han caído en estos dos pueblos deshabitados, escenarios de cine para la película dirigida por Koldo Sierra.
Los productores y el director "le dimos muchas vueltas a cómo rodar el bombardeo, visitamos platós por toda Europa y finalmente decidimos rodar en escenarios naturales", apuntó José Alba, uno de los productores. La casualidad hizo que finalmente llegaran a Tiermas y Escó. "El director de fotografía suele pasar por aquí cuando va a Jaca a esquiar y nos lo comentó un día, vinimos a localizar y nos pareció increíble". Y es que estos dos pueblos se asemejan mucho al tipo de estructura de Guernica, además en el caso de Escó "tiene cuestas y las casas derruidas nos venían genial", añade el director. "Recorrimos varios pueblos y cuando vimos éstos fue un flechazo, la verdad es que nos han salvado la parte final de la película", reconoce.
El largometraje "trata del bombardeo de Guernica, narrado a través de la historia de amor de un corresponsal de guerra que está cubriendo el frente norte y una editora republicana", explica el director. Todo ocurre unos seis días antes "y en pleno bombardeo, y se va explicando a la vez cómo se gestó". Se trata de una producción internacional, ya que se ha rodado en varios idiomas. "Se iba a rodar en inglés y tuvimos la suerte de que Sony, que la va a distribuir mundialmente, nos permitió que cada uno hablara su lengua nativa". Por lo tanto, los alemanes de la legión Cóndor hablan en alemán, los periodistas extranjeros en inglés y los locales, en castellano y euskera.
Ayer finalizó el rodaje y faltan unos seis meses de postproducción. La idea es que esté finalizada en enero de 2016. "Ha sido un trabajo muy duro", cuenta Koldo Sierra, que ha afrontado con esta película una gran responsabilidad, "porque el bombardeo de Guernica es un tema muy sensible y hay que contarlo bien porque mucha gente conoce el cuadro, pero no la historia. Hemos podido contar lo que pasó, cómo pasó, cómo se gestó a través de una historia ficcionada pero basada en hechos reales".
El plantel de actores casi al completo ha estado en Tiermas y Escó. James DArcy, Jack Davenport, María Valverde, Ingrid García-Jonsson o Alex García han interpretado las escenas más trágicas y emotivas. Unas 125 personas, entre técnicos y actores, se han encontrado con la dificultad de rodar en una localización abandonada, sin luz, agua ni hoteles para descansar. "Elegimos esto porque la autenticidad visualmente es mucho más importante que las comodidades y el lujo de la vida moderna", concluye el productor.