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La oposición quiere reprobar al alcalde de Épila por la gestión de Bon Àrea

El PP defenderá en un pleno extraordinario que las cesiones municipales son “inadmisibles” pese a aprobarlas hace dos años.

El alcalde de Épila, Jesús Bazán, en la rotonda que da a acceso al pueblo desde la A-2, con los terrenos de la planta de Bon Àrea al fondo.
El alcalde de Épila, Jesús Bazán, en la rotonda que da a acceso al pueblo desde la A-2, con los terrenos de la planta de Bon Àrea al fondo.
Oliver Duch

Con las máquinas a punto de empezar el mayor proyecto industrial de la legislatura en todo Aragón, el grupo del PP en el Ayuntamiento de Épila pretende reprobar al alcalde, el socialista Jesús Bazán, por sus gestiones para lograr la implantación de Bon Àrea. La iniciativa se debatirá en un pleno extraordinario, convocado para el próximo día 15, en el que el portavoz popular, Javier García Langarita, defenderá que las cesiones pactadas son “inadmisibles” para los intereses del municipio.

Las posibilidades de que salga adelante son nulas, dado que el PSOE gobierna con mayoría absoluta, con 6 de los 11 concejales de la Corporación. El planteamiento ha causado entre sorpresa y estupor al alcalde, quien recordó que el pleno aprobó por unanimidad hace dos años el convenio marco con la DGA y la Corporación Alimentaria Guissona que establecía los compromisos y obligaciones de las tres partes. “El pleno aprobó el convenio y autorizó su firma”, subrayó.

En dicho documento ya se establecía que la empresa, que compromete 4.000 empleos y 400 millones de inversión en su plataforma agroalimentaria, se beneficiará de los “máximos beneficios fiscales admisibles conforma a la normativa de haciendas locales”. Por si hubiera alguna duda, se especifica en el documento que aprobó el PP que Bon Àrea estará exenta de pagar el 95% de los impuestos de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), Bienes Inmuebles (IBI) y Actividades Económicas (IAE) “durante toda la vida útil del complejo logístico-productivo”.

Bazán incidió en que lo único que se buscó fue asegurar el futuro de Épila y que al municipio le llegarán otros beneficios por la actividad económica que se genere.

El PP, con cuyo portavoz intentó hablar sin éxito este diario, también rechaza la firma con la DGA del convenio para regular las cesiones obligatorias del macroproyecto, por el que las dos administraciones se repartirán a partes iguales los aprovechamientos.

El borrador figura en la aprobación definitiva del Plan de Interés General de Bon Àrea, en el que se establece que la DGA asumirá la gestión y venta “íntegra” de los terrenos cedidos, 172.000 m2. Bazán señaló que este punto, “aún por hablar” con el Ejecutivo, pretende asegurar que otra gran empresa pueda llegar al municipio aprovechando la carestía de grandes parcelas. En todo caso, la mitad de los ingresos se transferirían a las arcas municipales.

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