plataforma agroalimentaria

Bon Àrea desviará por caminos el tráfico diario de 260 camiones de obra para no atravesar Épila

La contratista Ferpi envía su maquinaria pesada para iniciar el gigantesco movimiento de tierras, de 450.000 metros cúbicos, el próximo día 22

Inicio de obras en Bon Àrea
Las primeras máquinas ya están aparcadas mientras se delimita con estacas la zona de trabajo, de 169 hectáreas.
ARANZAZU NAVARRO

El gigantesco movimiento de tierras que requiere la plataforma agroalimentaria de Bon Àrea ha obligado a diseñar hasta tres rutas alternativas para que los 260 camiones, que harán el trasiego de áridos de media diaria, no lleguen a atravesar Épila. La Corporación Alimentaria Guissona está volcada en los trabajos previos de topografía de las 169 hectáreas rústicas situadas junto a la autovía de Madrid, que convertirá en un complejo industrial que estará a pleno rendimiento en diez años.

La compañía prevé que la preparación del terreno para edificar por fases la treintena de instalaciones previstas en el complejo se alargue unos diez meses. De momento, ha adjudicado el movimiento de tierras a una de las mayores empresas españolas del sector, Ferpi, que la semana pasada empezó a enviar la maquinaria pesada necesaria para afrontar los trabajos. Hasta 21 empresas optaron al concurso, sin precio de salida y por invitación, que convocó Guissona. A esta primera fase destinará 14 millones de euros.

Los técnicos también han comenzado a marcar con estacas los límites de las parcelas agrarias que hará falta transformar: 3,2 kilómetros en paralelo a la carretera autonómica que da acceso a Épila (A-1305) y una anchura media de 450 metros. Los próximos días se dedicarán a los trabajos topográficos para definir al detalle el movimiento de tierras, que incluirán vuelos con drones.

El alcalde de Épila, Jesús Bazán, ha apuntado este lunes que la previsión es que la maquinaria pesada empiece a horadar los terrenos el día 22, según le ha comunicado el responsable de obras en una reunión mantenida por la mañana en el Ayuntamiento.

Dado el volumen de extracción de gravas, la Corporación Alimentaria Guissona ha tenido que tramitar un expediente de explotación minera en el servicio provincial de Minas, pendiente de aprobación. Los cálculos apuntan a que, de media diaria, trece camiones harán una decena de viajes de ida y vuelta con tierra entre la ubicación elegida y la finca que Bon Àrea posee entre los términos de Épila y Salillas de Jalón, situada a unos once kilómetros de distancia.

Como ya adelantó este diario, la calidad de los terrenos no es la más idónea para una plataforma industrial, por lo que se retirarán cerca de 450.000 m3 de tierra para llevarla a la citada finca, de la que se extraerá la misma cantidad de tierra, de mayor calidad, para el complejo. Allí se apartarán también otros 100.000 m3 de la capa superficial, que sí es apta para el cultivo con el fin de pode retomar la actividad agrícola en la finca Dehesa del Cantal.

La empresa contratista Ferpi tendrá un trabajo ingente hasta principios de 2020, puesto que deberá suavizar el desnivel existente entre una punta y otra del futuro complejo, cuya cota actual tiene una diferencia de 38 metros. Su irregularidad también hará necesario acometer rellenos, por lo que el movimiento de tierras alcanzará los 450.000 metros cúbicos, según consta en el proyecto de urbanización.

La principal ruta que utilizarán los camiones discurrirá por un camino paralelo a la A-1305 y cruzará la A-122 a la altura de la harinera La Parra para tomar de nuevo otra pista, cruzar el río Jalón y las vías del tren convencional y del AVE para acabar en la finca, donde hay plantados brócolis y girasoles. Si hace falta, los camiones utilizarán otras dos rutas alternativas que darán un rodeo hasta Salillas e incluso La Almunia por la A-122 para retroceder después por caminos hasta Dehesa del Cantal, de la que se extraerán áridos en un área delimitada de 57,6 hectáreas.

La cuarta ruta supondría utilizar la travesía de Épila, que es la opción que se quiere evitar a toda costa. «Queremos minimizar las molestias a los vecinos, para lo que utilizaremos esos caminos. Eso no quita que en algún momento se pueda recurrir a la carretera A-1305», añadió el alcalde.

Una nave logística de 115.900 m2

El proyecto de urbanización prevé que el movimiento de tierras se centre inicialmente en la zona central de la futura plataforma, de modo que después del otoño se pueda empezar a edificar en esa área la instalación más grande de todas: el centro logístico. Rediseñado en las últimas semanas, finalmente tendrá un única nave de 115.900 m2, con unos 400 metros de longitud y 300 de anchura. Su planta es equiparable al almacén de Inditex en Plaza.

Su interior estará compartimentado y entre sus nueve líneas de pilares se acondicionarán los almacenes de productos congelados, refrigerados y secos que darán cobertura a la expansión de la red de tiendas de Bon Àrea por el centro, norte y este del país.

Al mismo tiempo, se edificarán los talleres generales, una nave prefabricada de 15.000 m2 que se utilizará durante las obras como campamento para los cientos de trabajadores que serán necesarios para levantar el complejo.

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