Enoturismo

Paisajes y experiencias por la Ruta de la Garnacha

Proyectos turísticos como ‘Enoaventúrate’ o ‘Love Garnacha’ son algunas de las propuestas de esta ruta de la comarca Campo de Borja

Mushing entre viñedos une el contacto con la naturaleza y el mundo del vino.
Mushing entre viñedos une el contacto con la naturaleza y el mundo del vino.
Roberto Regueiro Artigas

Los viñedos marcan el paisaje de la comarca Campo de Borja, igual que la uva ha marcado la economía y la cultura tradicional de la zona a través de los vinos de su denominación de origen. En torno a estos dos valores, que son uno, la comarca se ha convertido en un perfecto destino para los amantes del enoturismo, con una creciente lista de actividades de ocio, aventura y naturaleza que se unen a las propuestas gastronómicas y vinícolas. La Ruta del Vino de la Garnacha es el producto que aglomera todas estas iniciativas y ‘Love Garnacha’ y ‘Enoaventúrate’ son las marcas con las que se comercializan, de manera preferente, experiencias que van desde catas a visitas a bodegas, paseos entre viñedos, vuelos en globo, trineos con perros, rutas ciclistas o descensos en canoa.

«La Ruta de la Garnacha ofrece diversas modalidades de actividades, desde aquellas donde los más aventureros podrán disfrutar de una descarga de adrenalina hasta las pensadas para aquellos que desean un lugar de paz y descanso, y donde los sentidos se convierten en protagonistas», afirma el gerente de la ruta, Roberto Regueiro.

Tradiciones en torno al vino

Los aficionados al enoturismo podrán disfrutar de visitas y catas en las ocho bodegas de la denominación de origen que colaboran con la ruta de la garnacha, muchas de las cuales ofrecen también actividades en los viñedos para disfrutar de la naturaleza o convertirse en un experto catador tras un taller al pie mismo de las vides.

La tradición enológica de este territorio, tan unido históricamente a la cultura del vino, permitirá al visitante vivir otra experiencia singular disfrutando de una degustación gastronómica en una bodega en cerro, elemento de la arquitectura popular de los pueblos de la zona, situadas en los cabezos o montes cercanos o incluso bajo las propias casas y conservadas hasta nuestros días.

Y, si se quiere una inmersión total en el mundo de la elaboración del vino y la cultura vitivinícola, nada mejor que una salida a los viñedos para aprender cómo se cuidan las vides y se vendimia la uva con una de las bodegas familiares de mayor tradición.

Las viñas son un elemento más de la naturaleza de este territorio que ofrece espacios para la relajación, como las sesiones de Chi Kung, para lograr el equilibrio cuerpo-mente, entre vides o en la orilla de una estanca, o un recorrido en segway -o a lomos de un caballo- entre viñedos o por los bosques del Moncayo. Por la noche, mirar las estrellas mientras se disfruta de una copa de vino, en una sesión compartida de astronomía en medio de un viñedo es una experiencia que promete ser un grato recuerdo.

Los visitantes seguro disfrutarán también con un descenso en piragua por el río, un paseo en globo, o con el mushing, trineos tirados por perros. Con esta dinámica propuesta que une el contacto con animales con el disfrute del paisaje, la empresa colaboradora de La Ruta de la Garnacha ‘Aventuras Bajo Cero’ obtenía en 2016 el segundo premio a la Mejor Experiencia Turística en Aragón.

Estos son algunos paquetes que el visitante puede contratar dentro de la comarca, pero el viajero también puede disfrutar yendo a su aire por un amplio mapa de rutas senderistas, recorridos de ‘slowdriving’, visitas a espacios culturales... Espacios y actividades en los que tienen cabida todos los públicos y edades, desde el apasionado por la enología, al turismo familiar con niños, los grupos de amigos o las escapadas en pareja.

BTT Garnacha Bike

Entre estas propuestas sobresalen con peso propio las actividades dirigidas a la bicicleta de montaña. «Tras cuatro intensos años de trabajo de mantenimiento y conservación de la red de senderos y del paisaje, el BTT se ha incorporado dentro de la marca Aragón Bike, ofreciendo actualmente gran variedad de rutas destinadas a diferentes perfiles de usuarios: familias, aficionados y cicloturistas», afirma Regueiro. Los aficionados a la bicicleta cuentan con la ruta cicloturista ‘Garnacha & Bike’, una propuesta atractiva para todos aquellos que, amantes de la bicicleta de montaña y viajeros incansables a dos ruedas, deseen conocer el conjunto de recursos turísticos del territorio a golpe de pedal. Esta ruta dispone de un pasaporte con incentivos dirigidos al viajero: ofertas, descuentos en alojamientos y restaurantes, obsequios, entrada libre a piscinas, sorteos, etc. Con algo más de 140 km permite ser recorrida de forma sosegada, en cualquier momento del año y en el tiempo que desee el cicloturista (se estima un mínimo de dos días).

Espacio de Interés Turístico

Vino, naturaleza y paisaje van unidos en este destino, en el que se ha sabido ver el valor como recurso turístico de un medio natural bien conservado. La importancia del entorno natural de este destino ha quedado de manifiesto en estos últimos años ya que la Asociación para la Promoción Turística de la Ruta de la Garnacha ha trabajado con este objetivo junto al Observatorio del Paisaje Campo de Borja. 

Este empeño ha tenido su fruto con un primer hito: la declaración como Espacio de Interés Turístico de Aragón (EITA) del paisaje que abarca los municipios de la Comarca Campo de Borja, Vera de Moncayo y El Buste. Se trata del segundo territorio de la comunidad aragonesa en ser distinguido con esta reconocimiento, ya que desde la concesión a las Hoces del río Mesa en el año 2006, ninguna zona había accedido a esta declaración como EITA que se concede desde el Gobierno de Aragón.

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