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delitos en aragón

Los robos con fuerza en viviendas suben un 59% en Teruel y descienden en Zaragoza y Huesca

La Guardia Civil desarticula una banda que cometió 62 asaltos en casas, tres de ellos en la provincia turolense.

Objetos intervenidos en la operación de la Guardia Civil
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Los delitos de robo con fuerza en viviendas han experimentado un preocupante crecimiento en la provincia de Teruel a lo largo de 2018, mientras que en las de Huesca y Zaragoza han descendido. Según los últimos datos del Ministerio del Interior, en Aragón se registraron el año pasado 1.764 robos con fuerza en domicilios, lo que supone un 2% menos que el año anterior. A esta rebaja han contribuido las buenas cifras de Zaragoza (con 1.360 delitos, un 3,5% menos) y Huesca (203 robos denunciados, un 22,8% menos). Sin embargo, el aumento de un 59,1% en las denuncias interpuestas en Teruel la sitúan entre las provincias más castigadas, en relación con años anteriores.

Para el presidente de la Unión de Cerrajeros Españoles (UCE), Manuel Sánchez, se está notando un cambio en la tendencia en los delitos de robo con violencia en viviendas. "En 2018 se ha constatado un aumento a nivel nacional y en Teruel ha sido considerable. Además, vemos que se han producido en casas habitadas y en muchos casos con los propietarios dentro, lo que hace pensar en el uso de ganzúas y herramientas especializadas que no provocan un ruido excesivo a la hora de manipular las cerraduras", manifestó.

Precisamente, este martes la Guardia Civil informó de la desarticulación de una organización criminal especializada en este tipo de delitos y detuvo a nueve personas por 62 asaltos en diez provincias en los que obtuvieron un botín de más de 200.000 euros.

La organización estaba compuesta por dos células, una asentada en la provincia de Castellón y otra en Vademoro (Madrid), que interactuaban en función de la envergadura del asalto a perpetrar. Tras estudiar la zona, los delincuentes se desplazaban a pie hasta el objetivo y se ocultaban hasta el momento de llevar a cabo el robo. Luego se iban también a pie.

Una víctima, en la uci

Según la Guardia Civil, elegían domicilios aislados y accedían a ellos cuando estaban sus moradores, a los que amenazaban, retenían e incluso llegaron a agredir para obtener información de los lugares donde ocultaban las joyas y el dinero. En los robos resultaron heridas seis personas, una de ellas de gravedad que estuvo ingresada varios días en la uci de un hospital valenciano. Estos delitos los cometieron en Albacete, Asturias, Alicante, Castellón, Cuenca, Madrid, Tarragona, Toledo, Valencia y Teruel. En la provincia aragonesa, la banda actuó en Alcalá de la Selva, Cella y Celadas.

Al margen de esta organización criminal pero confirmando la tendencia al alza de este tipo de delitos, las localidades de Ababuj y Aguilar del Alfambra sufrieron una oleada de robos en la madrugada de este martes. En Ababuj, los ladrones forzaron las puertas de la casa consistorial, el bar, la tienda, un almacén y la consulta del médico, todas ellas dependencias municipales. Se llevaron la recaudación del bar, que ascendía a 160 euros, y cuando se disponían a cargar el televisor la alerta de una vecina los puso en fuga.

En Aguilar, forzaron la puerta del Ayuntamiento y del bar situado en un local municipal. Los asaltantes se llevaron la máquina de tabaco y tras desvalijarla la dejaron abandonada. También robaron en una casa particular.

Para el vicepresidente de la UCE, el aragonés José Luis García de Vicuña, hasta ahora el índice de delincuencia era bajo en Teruel y ha podido haber "cierto relax" en las medidas de seguridad y en las de autoprotección. A su juicio, el parque de cerraduras está bastante obsoleto y sería necesario un plan renove para mejorarlo, algo que la asociación quiere proponer. 

El portavoz de la entidad de cerrajeros, el alcañizano Manuel Cerdán, recordó ayer que ha atendido varios casos de robos, aunque no con los moradores dentro, y que es necesario protegerse mejor. "La doble cerradura es lo más recomendable, porque los delincuentes tienen que perder más tiempo y es lo que no quieren", indicó. Los dos coincidieron en que la gente no tiene problema en gastar, por ejemplo, más en un móvil que en una cerradura, cuando estas son muy necesarias.