rutas culturales

Tras la huella judía por el Alto Aragón oriental

Las comunidades hebraicas del Alto Aragón oriental dejaron su impronta en  poblaciones como Barbastro, Monzón, Tamarite de Litera o Fraga

Porche de la calle Doctor Barraquer, en la judería de Fraga.
Porche de la calle Doctor Barraquer, en la judería de Fraga.
Javier Melero

La cultura judía ha dejado también su huella en el Alto Aragón, en poblaciones como Jaca, Ayerbe, Huesca, Barbastro, Monzón, Tamarite de Litera o Fraga. Nos acercaremos aquí a una parte de ese legado, el oriente aragonés hebraico, recorriendo las más importantes aljamas de las comarcas de La Litera, el Somontano de Barbastro, el Cinca Medio y Bajo.

Iniciamos nuestra ruta en la localidad de Barbastro, donde ya en tiempos de dominio musulmán había asentada una población judía que llegó a ser muy relevante. La judería se ubica en la zona de caserío más antiguo y, en buena medida también, más degradado de la ciudad, en el antiguo barrio de Castelnou. Está documentada la construcción de la sinagoga en 1287, consagrada en el siglo XV al culto cristiano como ermita de San Salvador. La antigua sinagoga pudo levantarse en la actual confluencia de las calles La Peña, Esperanza y Mirador, donde han aparecido restos que podría ser parte de su estructura.

No lejos de allí se levanta la catedral de la Asunción, uno de los más hermosos templos gótico-renacentistas de Aragón, en un solar donde estuvo en origen la mezquita mayor musulmana en el siglo X y un templo románico. Parece que la torre del campanario aprovechó los cimientos del minarete musulmán. El interior de la catedral sorprenderá por su belleza a quien no la conozca. Además de descubrir la arquitectura urbana barbastrense, podemos visitar la valiosa colección de arte religioso del Museo Diocesano o acercarnos al Espacio del Vino Denominación de Origen Somontano, de entrada gratuita. Conviene confirmar aperturas y horarios de estos lugares, aquí y en el teléfono 974 310 150.

La aljama de Monzón se ubicó a los pies del castillo templario.
La aljama de Monzón se ubicó a los pies del castillo templario
Julio Foster

En la vecina Monzón también hubo una aljama, vasalla de los templarios que gobernaron la plaza conquistada, luego reemplazados por los caballeros hospitalarios. La judería experimentó un importante crecimiento a mediados del siglo XV, alimentada por el flujo de otras aljamas cercanas. Físicamente se mantuvo en el espacio urbano vertebrado en torno a la calle de Arriba, entre la calle Mayor y las murallas, a los pies del castillo. Las calles Cárcel, Cuesta y Berenguer de Peralta mantienen su original morfología. El tapial, el adobe, el ladrillo y la teja eran los principales elementos constructivos de aquellas viviendas, aún presentes.

Monzón: sinagoga y cementerio

La sinagoga mayor montisonense estaba cerca de la parroquial de Santa María, concatedral de origen románico, probablemente a media altura de la calle de Arriba, en su cruce con la travesía Costera Primera. El cementerio judío se ubicaba en el camino del Saso, frente al castillo, singular y milenaria fortaleza desde la que disfrutaremos de una panorámica única de Monzón, la vega del Cinca y, si el día está claro, los Pirineos. En la entrada al bastión está ubicada la oficina de turismo (más información aquí y en el teléfono: 974 417 791; ), en la que nos ofrecerán información sobre los numerosos atractivos que ofrece la localidad.

Recorremos ahora los 25 km que separan Monzón de Tamarite de Litera. En la capital histórica de la comarca de La Litera, la presencia judía se remonta al menos a mediados del siglo XIII. En 1414 obligaron a los judíos a trasladarse fuera de la villa y les autorizaron a levantar una nueva sinagoga. La primera fue cristianizada como ermita de san Benito Abad, sumándole un hospital para necesitados. El neocristiano Luis Benet fue el promotor y mecenas de esta transformación. San Benet y Bon Veí son las dos calles que nos sitúan en lo que fue la antigua judería, a la que se entraba por un ‘portalet’ en el extremo de esta última. La colegiata de Santa María la Mayor, monumento de origen románico con cimborrio y campanario góticos, el santuario de la Virgen del Patrocinio (siglo XVII), la casa de los Diezmos, el ayuntamiento, los antiguos juzgados y los restos del castillo islámico destacan también en el patrimonio local de Tamarite.

Posible sinagoga de Tamarite de Litera, en la calle San Benet.
Posible sinagoga de Tamarite de Litera, en la calle San Benet.
Javier Melero

Un elemento singular es la peña La Botella, mole rocosa al noreste del casco urbano, utilizada quizá como lugar de primitivas ofrendas (consultar aquí). Llegaremos hasta ella siguiendo la calle Bon Veí y una pista que lleva a un parque en lo alto, donde también se encuentra el llamado ‘Balconet de las Brujas’. Encontraremos más información aquí  y en el teléfono 974 420 075.

La aljama de Fraga

Viajamos ahora hacia el sur para concluir nuestra ruta en Fraga, con población judía documentada desde mediados del siglo XIII. La aljama estaba situada en el barrio de la Collada, a los pies del castillo. Una primera sinagoga fue levantada junto al camino Real, que ascendía por la calle Barranco, en la que estaba uno de los portales de acceso al barrio judío. Tras distintos avatares, en la primera mitad del siglo XV se levantó una nueva judería. El pintoresco porche de la calle del Doctor Barraquer podría situarse en el perímetro de la aljama.

Las calles sinuosas y empinadas, pasadizos y viejas casonas del casco antiguo de Fraga nos remiten a ese pasado medieval en el que convivieron las tres culturas. El castillo, las iglesias de San Pedro, de origen románico, y de San Miguel, de estilo gótico; el palacio de Montcada, hoy biblioteca y sala de exposiciones o la torre de los Frailes (junto a la entrada de la autopista A-2), son lugares para visitar, como el cercano yacimiento romano de Villa Fortunatus, una de las haciendas hispanorromanas mejor conservadas en Aragón Más información aquí , y en el teléfono 974 470 050.

Las posibles sinagogas de Barbastro y Tamarite

Algunas sinagogas fueron convertidas en templos cristianos, otras se han perdido o han permanecido ocultas en el entramado urbano de las aljamas, modificado a su vez por el paso de los siglos. En Barbastro, el profesor Miguel Ángel Motis sitúa como posible ubicación de la sinagoga un edificio en la confluencia de las calles La Peña, Esperanza y Mirador, donde apareció un arco apuntado de piedra de yeso de grandes dimensiones que seguramente tenía continuación en las casas vecinas, formando una única nave. Testimonios de alguno de sus propietarios, hablan de la existencia de una ermita, posiblemente la de San Salvador, en cuyo caso esos arcos hoy casi perdidos por completo corresponderían a la antigua sinagoga, convertida luego en templo cristiano. Se trataría de uno de los pocos restos medievales de la judería que han perdurado en Barbastro.

En Tamarite de Litera, el edificio número 15 de la calle San Benet podría ser también parte de la antigua sinagoga. En su planta baja cuenta con una sala rectangular en dos naves paralelas de tres tramos, separadas por pilares y cubiertas con bóveda de arista. Esta estructura tenía continuación en la casa colindante del número 17 hasta que, con las reformas acometidas en la vivienda, las puertas que las conectaban fueron tabicadas.

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