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Los brotes de gripe en residencias causan la muerte de siete ancianos desde octubre

En la última semana han enfermado 58 mayores y han fallecido dos. Salud Pública admite que son los brotes "más letales" al ser población vulnerable.

La vacunación es la mejor manera de prevenir la gripe. 
AFP / Justin Sullivan

Siete aragoneses mayores de 65 años han fallecido desde finales de octubre por seis brotes de gripe registrados en residencias de ancianos. Son el doble que en 2018, cuando se registraron tres muertes, pero dista mucho de los 30 ancianos institucionalizados que fallecieron en 2017 cuando hubo hasta trece brotes del virus en centros de este tipo.

Así lo recoge la Dirección General de Salud Pública en el último boletín epidemiológico, que hace referencia a las enfermedades registradas entre el 25 de febrero y el 3 de maro. En él, precisamente, se informa de las últimas dos muertes de ancianos tras el brote de gripe registrado en una residencia en el que hubo además otros 46 enfermos. Además, en esa misma semana, 12 mayores enfermaron por el virus en el brote identificado en otra residencia . Entre los dos centros, seis personas tuvieron que ser hospitalizadas y se han dado las recomendaciones oportunas para controlar el contagio, con indicaciones de tratamiento y quimioprofilaxis.

Ante los últimos casos, Salud Pública recuerda que la población mayor institucionalizada es “muy vulnerable a determinados problemas de salud". De hecho, reconoce que los brotes de gripe estacional en residencias de mayores suponen una “emergencia de salud pública de primer orden” y deben ser notificados de urgencia a las unidades de vigilancia epidemiológica para permitir una “intervención inmediata de control que puede salvar vidas”.

En Aragón, el primer brote de gripe identificado de estas características se produjo en Teruel en 2012. Desde entonces, se han declarado 41 en residencias, con más de 1.100 casos acumulados y 63 fallecidos, lo que reconoce que los convierte en los brotes “epidémicos más letales con gran diferencia”.

Las medidas urgentes de control en este tipo de brotes combinan recomendaciones higiénicas y de aislamiento, administración precoz de antivirales como tratamiento de los enfermos para prevenir casos graves y la quimioprofilaxis a residentes que no hayan enfermado y a trabajadores no vacunados para reducir la transmisión del virus.

Por ello, desde Salud Pública insisten en que la vacunación es la medida más efectiva para prevenir la gripe entre la población de riesgo, en la que se incluye a todos los mayores de 65 años. No obstante, los expertos reconocen que incluso con buenas coberturas vacunales pueden aparecer brotes de influenza en residencias de mayores durante la temporada gripal.