Los aragoneses, entre los jóvenes del país que antes prueban el alcohol y el tabaco

La bebida desbanca ya a la cocaína como principal causa de las adicciones que se atienden en Proyecto Hombre.

Bebidas de un botellón de jóvenes durante las pasadas fiestas del Pilar.
Bebidas de un botellón de jóvenes durante las pasadas fiestas del Pilar.
Francisco Jiménez

Los jóvenes aragoneses se sitúan entre los primeros de España a la hora de probar el alcohol y el tabaco, cuyo consumo ha subido entre la población de 15 a 17 años en el último año. Los aragoneses se toman sus primeras copas a los 16, dos años antes de la edad legal para poder hacerlo y seis meses antes que la media nacional. Aragón se convierte así en la comunidad autónoma en la que se inician en este hábito de forma más temprana. Le siguen en este ranquin la Comunidad Valenciana (16,1 años) y Murcia y País Vasco (16,2 años).

Esta es una de las conclusiones de la Encuesta sobre el Alcohol y otras Drogas de España (Edades), con cifras correspondientes a 2017, que ha hecho pública el Ministerio de Sanidad. El informe se basa en una muestra de 21.249 entrevistas y 846 de ellas en Aragón.

A la hora de fumar o experimentar con el cannabis, los aragoneses también son algo precoces, aunque no lideran la clasificación y ocupan la tercera posición del ranquin nacional en el consumo temprano de ambas drogas.

Así, los adolescentes de la Comunidad encienden su primer cigarrillo a los 16,3 años (se anticipan tres meses a la media nacional). Más adelantados son los cántabros (16,1 años) y los castellano y leoneses y castellano- manchegos (16,2). Los porros llegan a los 18,2 años, aunque a la hora de experimentar con la marihuana las que registran la menor edad son Canarias (17,9 años) y País Vasco y Melilla (18,1 años).

Las edades de inicio en el consumo entre los aragoneses no presentan cambios reseñables en comparación con años anteriores. Frente a los 16 años en que se empieza ahora a beber, en 2013 se situaba en los 16,2 y en 2015 en los 16,1. Al igual ocurre con el tabaco, que ha oscilado desde los 16,2 años en 2013, a las 15,9 en 2015 para fijarse en este último informe en los 16 años. En el caso del cannabis, se produjo un salto cualitativo de un año entre 2013 y 2015, de 19,1 años a 18, para situarse en 2017 en 18,2.

Ante este panorama poco halagüeño, el director del Centro de Solidaridad Zaragoza-Proyecto Hombre, Jesús Sánchez, no cree que se pueda hablar de un "fracaso" de las campañas y proyectos de prevención, sino que llama a hacer un "cuestionamiento social" sobre la actual normalización de algunas de estas drogas. "El consumo de tabaco, por ejemplo, vuelve a niveles previos a la entrada en vigor de la ley antitabaco, es como si se hubiera acabado el efecto disuasorio, y es porque aún muchos adultos siguen fumando", asegura.

La entidad lleva ya dos años alertando de que el consumo de bebidas alcohólicas es la principal causa de las adicciones que atienden. Una tendencia que, a la espera de elaborar la memoria anual, se mantiene. En el programa de prevención dirigido a los jóvenes intervienen cada año con un centenar de chavales entre 14 y 28 años, la mayoría de ellos por abusos del cannabis o derivados.

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