La adhesión al banco de libros de la DGA es voluntaria para los centros concertados

Los padres de la privada ven con buenos ojos el «margen de maniobra». Piden a los titulares de los colegios que valoren la «sensibilidad» de las familias.

Libros de texto preparados en una librería de Zaragoza días antes de comenzar el curso.
Libros de texto preparados en una librería de Zaragoza días antes de comenzar el curso.
José Miguel Marco

El banco de libros que pondrá en marcha el curso que viene el Gobierno aragonés, uno de los proyectos estrella del Departamento de Educación, se implantará con una clara diferencia de partida entre los centros públicos y los concertados. Si para los primeros la puesta en marcha de este sistema de préstamo de los textos desde 3º de primaria a 4º de ESO es obligatorio, para los privados la adhesión al mismo tiene un carácter voluntario.

Así lo aclaró Educación a las familias en la última mesa celebrada ante las dudas que había suscitado la orden del pasado septiembre por la que se establece el modelo y el sistema de banco de libros y otros materiales curriculares. En relación a los concertados, el texto especificaba que podían sumarse a esta iniciativa «sin perjuicio de la especificidad de su naturaleza jurídica». La redacción de este punto suscitó las dudas de la Federación Cristiana de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón (Fecapa). En la Comunidad hay 81 centros concertados.

Una vez que el carácter voluntario está claro, Fecapa valora positivamente el «margen de maniobra» que les concede esta posibilidad. «De esta forma tenemos la oportunidad de ver cómo funciona el banco y, con un poco más de calma, nos podemos incorporar más adelante», asegura el presidente de este colectivo, Miguel Ángel García Vera.

A estas alturas, pendiente de conocerse al detalle la nueva orden que regulará los aspectos económicos de esta iniciativa, García Vera avanza que aún no manejan datos sobre cuántos establecimientos de enseñanza podrían suscribirse. «Todo el plan está muy desdibujado y se ha diseñado con poca transparencia», critica.

El portavoz de Fecapa reconoce que puede producirse algún conflicto de intereses entre la postura de los titulares de los colegios, para los que asumir esta responsabilidad entiende que es «una patata caliente», y la de las familias. Por ello, pide a los responsables de los centros que tengan en cuenta la «sensibilidad» de los padres en este tema. No obstante, entiende que a medio plazo, si este banco de libros se pone en marcha con éxito «los centros concertados aunque tarden un poco más, terminarán acogiéndose a él por la ley de la oferta y la demanda».

García Vera espera que la nueva orden de desarrollo de este sistema de préstamo de volúmenes, que está pendiente de publicarse, se someta a informe del Consejo Escolar de Aragón. Fecapa recurrió la anterior porque el documento no se había sometido a consideración de este órgano consultivo para temas educativos pese a su «interés manifiesto».

Dudas sobre el material digital

Para el presidente de Fecapa hay casuísticas que van a darse en los centros que no saben cómo van a solventarse. Es el caso de lo que utilizan en las aulas libros y material digitales. «Por los datos que nos han comentado desde algún colegio con ese 10% que plantea Educación que pagarían las familias no es suficiente para reponer este tipo de material», pone como ejemplo García Vera.

A la vuelta de las vacaciones navideñas, Educación tiene concertadas varias reuniones para explicar el sistema del banco de datos a docentes y asociaciones de padres y madres. Hay que tener en cuenta que el próximo día 21 es la fecha límite para que los colegios e institutos decidan quien los gestionará. Además, las familias que quieran beneficiarse de él deben adherirse antes de finales de mes.

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