Belén Tapia: "Llevarse a una hija no es un secuestro parental, sino violencia doméstica"

La madre zaragozana que rescató a su hija 22 años después denuncia que su caso ha sido "un fracaso del Estado"

Belén Tapia en un acto de reclamación de la liberación de su hija en Marruecos y de otros niños secuestrados por sus padres. Se celebró en la plaza del Pilar en 2003
Belén Tapia en un acto de reclamación de la liberación de su hija en Marruecos y de otros niños secuestrados por sus padres. Se celebró en la plaza del Pilar en 2003
Oliver Duch

Belén Tapia, la madre zaragozana que se ha reencontrado con su hija Dunia 22 años después de que fuera raptada por su padre, denunció ayer que "llevarse a una hija no es un secuestro parental sino violencia doméstica". A su hija se la llevaron a Marruecos en 1997 sin su permiso y no la ha recuperado hasta ahora, cuando la prueba de ADN ha confirmado que estaba viva. "Cuando las mujeres sufrimos las amenazas nos dicen que o nos matan o se llevan a nuestros hijos. Mi caso ha sido un fracaso absoluto del Estado: los autores del secuestro han salido indemnes y sin haber sido juzgados", apuntó esta zaragozana, que se mostró muy satisfecha de las llamadas y mensajes que ha recibido después de la publicación en HERALDO del resultado de la prueba de ADN que la Policía Científica realizó a Dunia.

La hija viajó a la capital aragonesa en agosto de este año cuando su madre le dijo que se había muerto su abuelo materno y tenía una herencia para ella. La chica, que fue secuestrada por dos familiares de su padre en 1997, quería obtener la nacionalidad española y llegó a la capital aragonesa, donde la detuvo la Policía por falsedad documental.

Tapia tiene previsto hacer una rueda de prensa entre Madrid y Zaragoza después de las Navidades para que su caso sirva para ayudar a muchas madres que pueden estar sufriendo como ella durante más de veinte años. "Cuando creamos la Asociación para la Recuperación de Niños Sacados de su país por sus padres logramos que se recuperaran 40 de los 170 niños secuestrados. Había niños en Yemen, Líbano, Irak...", recordó Tapia, ayer, en una entrevista telefónica.

De hecho, agregó que el padre de Dunia, Abdelilah Chahidi, se llevó a la niña con sus dos tíos Abdennebi y Youssef, y entraron a Marruecos por avión vía Toulouse. Pero cuando se pidió la orden requisitoria de los secuestradores "se escaparon a Finlandia y les ayudaron allí".

También denunció que su hija Dunia, de 24 años, "está triste, desarraigada y traumatizada", "no tiene afecto de nadie porque lleva toda una vida huyendo en Marruecos" y no quiso hacerse ni una foto. "Hemos sufrido mucho daño gratuito con informes falsos y todo ha quedado impune. Tengo muchas cosas que decir porque han primado las relaciones entre España y Marruecos sobre la resolución de un secuestro de una niña de dos años", destacó la madre zaragozana, a la que ya le han ofrecido acudir al Congreso de los Diputados para contar su historia como víctima del secuestro de su hija, tal como hizo dos veces en las Cortes de Aragón o en el Comité de Derechos Humanos del Consejo de Europa, para lograr que se aprobara una ley del secuestro en el año 2004.

"Gasté mucho dinero en recuperarla, el primer plazo fueron 12.000 euros y luego otros 6.000 para nada", indicó esta madre coraje aragonesa. "Y al final no ha habido un final feliz porque no vivimos juntas. Ella se marchó a Marruecos y además tiene que responder a un juicio en Zaragoza por el documento falso, pero no ha logrado la nacionalidad española que quería", agregó Tapia. La madre recordó que estuvo con el ministro de Justicia Juan Alberto Belloch, para contarle el secuestro de su hija, pero ese día –1 de julio de 1997– coincidió con la liberación de Ortega Lara y el político se tuvo que marchar. "Me apoyaron en Marruecos, pero no se resolvió", dijo.

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