Naturaleza y arte en estado puro en el Valle de Hecho

Entre los espacios naturales más destacados se encuentra la Selva de Oza y el Parque Natural de los Valles Occidentales.

Vista panorámica del valle.
Vista panorámica del valle.
Ana Ipas

El valle de Hecho (Val d’Echo en aragonés-cheso) es uno de esos rincones del Pirineo donde la naturaleza ha obrado auténticas maravillas y todavía es posible ver ejemplares en peligro de extinción, como el oso pardo o el quebrantahuesos.

Un lugar en el que sus habitantes han sabido preservar y mantener sus tradiciones y su cultura, siendo el cheso, su lengua local, una de las joyas inmateriales de esta tierra. En este entorno también es posible encontrar vestigios megalíticos, romanos, de la Edad Media o arte contemporáneo al aire libre, como el que puede disfrutarse en Hecho, donde también merece la pena visitar su Centro de Interpretación del Megalitismo. Otros rincones con encanto del valle son Embún, Urdués y Siresa. En esta última localidad destaca su monasterio, que data de los siglos IX-XIII.

Selva de Oza

Para los amantes de la naturaleza, las opciones de disfrute son muchas y muy variadas. Así, en el interior del valle encontramos la Selva de Oza, enmarcada entre montañas que alcanzan casi los 2.700 metros y cuyas cumbres más destacadas son Peña Forca, Punta Agüerri, Castillo de Acher y Bisaurín que, con sus 2.670 metros, es el pico más alto del valle de Hecho.

Otro de los espacios protegidos que merece la pena conocer es el Parque Natural de los Valles Occidentales. Más de 27.000 hectáreas de superficie que engloban a los términos municipales de valle de Hecho, Aísa, Ansó, Aragüés del Puerto y Borau.

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