"La mujer ha entrado en el cine, pero solo con proyectos pequeños vinculados a lo íntimo o lo personal"

Directora de películas como ‘De tu ventana a la mía’ (2011) y ‘La novia’ (2015), defiende la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. "Se ha avanzado mucho, pero aún nos cuesta llegar a lo más alto", afirma.

Paula Ortiz, directora de cine
Paula Ortiz, directora de cine
José Miguel Marco

Directora, guionista y productora de cine, Paula Ortiz trabaja actualmente en el guion de una versión del cuento ‘Barba Azul’, que bucea en los procesos de dominación entre los hombres y las mujeres. En su despacho de Zaragoza tiene un espacio para libros sobre la igualdad de género como, por ejemplo, ‘Monstruas y centauras’, de Marta Sanz, que acaba de leer.

‘Feminismo’ es una de las palabras del año.

Hemos avanzado muchísimo en el reconocimiento de los derechos de la mujer. No obstante, emprender sigue siendo mucho más difícil para nosotras que para el hombre. Llegar arriba nos cuesta más a las mujeres. En general, las tareas que implican llegar a lo más alto del poder, el conocimiento, la creación, la economía o la ciencia nos cuesta más.

¿La mujer se enfrenta a los techos de cristal?

Tenemos que romperlos. Tras formarse y prepararse para dar el salto, la mujer ha de renunciar a acceder a los puestos más altos para dedicarse al cuidado de los hijos o de los mayores.

¿Por qué?

El sistema, de forma sutil, relega a la mujer en las cosas importantes y nos deja a un lado.

En el cine español, ¿la mujer tiene peso específico?

No hay igualdad. Aún no hay en España una mujer que haya realizado una gran producción cinematográfica. Directoras como Isabel Coixet o Icíar Bollaín, que no tienen que demostrar nada, aún no han podido rodar películas como un ‘thriller’, de terror o de aventuras. Se nos ha dejado entrar en el cine pero con proyectos pequeñitos, vinculados a lo íntimo o lo personal.

Y, ¿en su caso particular?

Si propusiese rodar un ‘thriller’ político, se me pondría de entrada en cuestión. Ser mujer te exige siempre un esfuerzo especial. En mi caso, particularmente, también. En concreto, recientemente, un compañero, por el mero hecho de ser hombre, le ha dado a una empresa más fiabilidad que yo en igualdad de condiciones, tanto de formación como de experiencia e, incluso, con peores resultados económicos registrados.

Los sueldos tampoco son iguales en el mundo del cine en función del género.

Así es. Lo han demostrado con el movimiento #MeToo en Estados Unidos las actrices que cobran la mitad que sus compañeros. En España, también ocurre.

Por ser mujer, ¿ha sido discriminada o ha perdido la posibilidad de realizar algún proyecto?

Sí, pero, curiosamente, no cuando empezaba mi carrera y no tenía experiencia, sino ahora. No obstante, también es verdad que vivimos en un momento de ebullición donde se está poniendo en valor a las guionistas, directoras y productoras. Hemos sido un gremio, el del cine, que ha hablado mucho y muy fuerte en los dos últimos años a raíz del movimiento #MeToo.

¿Ha cambiado la situación en los dos últimos años?

A pesar de la explosión y ebullición que hemos vivido últimamente, no hay que olvidar que llevamos 150 años de lucha feminista. Estamos aquí hoy porque antes muchas mujeres y hombres lucharon por la igualdad de derechos. Es un camino difícil en el que hay que seguir peleando porque hay aún una desigualdad arraigada entre siglos en el subconsciente colectivo, en lo emocional y lo cultural que siempre es lo más delicado de darle la vuelta. No se puede cambiar por decreto ni por ley, necesita de una reeducación lenta.

¿Qué se puede hacer para alcanzar la igualdad?

Hay que cambiar en la cultura las formas y los contenidos. Es importante que los hombres participen del cambio. Lo tenemos que hacer juntos. Tenemos que ser capaces de interiorizar el proceso y hacerlo propio.

Lea el resto de las entrevistas del especial 'Aragonesas de presente y futuro'

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