A pesar de que los agricultores han querido mostrar unión ante un posible recorte en la PAC, la realidad esconde una lucha entre comunidades. Para Aragón resulta imprescindible que la nueva PAC elimine los derechos históricos, pero parece, al menos de momento, que esto no va a suceder. “Hemos tenido en nuestras manos, la opción de garantizar la viabilidad económica de los auténticos agricultores, pero, en principio, vamos a volver a apartar este tema y continuaremos como hasta ahora”, afirma José Manuel Roche, presidente de UPA-Aragón.

Los representantes de los agricultores españoles plasmaron, el pasado mes de julio, en un documento, avalado por el ministro de Agricultura, Luis Planas, su intención de defender una posición conjunta antes la nueva PAC y dejaron a merced de los representantes políticos de cada comunidad la creación de medidas más concretas, como, por ejemplo, si seguir beneficiándose de los derechos históricos o definir qué es un agricultor genuino. Y es que es ahí, en esos temas, donde surge la discordia entre las comunidades. “El miedo a volver a la región con menos dinero, del que se está obteniendo a día de hoy, ha provocado que muchas comunidades hayan decidido no apoyar algunas cuestiones por un tema de presupuesto, a pesar de reconocer la importancia de eliminar los derechos históricos y de definir al agricultor genuino, como aquella persona que está dado de alta en la seguridad social y cuyos ingresos por renta agraria son superiores al 50%, con el objetivo de que las ayudas vayan destinadas a las personas que verdaderamente se dedican a ello”, explica Roche. “Asimismo, las próximas elecciones municipales de mayo han rematado esta decisión”.

Desde UPA aseguran que lo defendido por el Gobierno de Aragón, con la Consejería de Desarrollo Rural y Sostenibilidad al frente, ha sido lo “justo”. “Las ayudas irían a quienes de verdad se dedican a la agricultura, a quienes sus rentas dependen de ello y esto potenciaría el rejuvenecimiento del campo, ya que al eliminar el componente histórico, los jóvenes podrían acceder más a estas ayudas”, clarifica el presidente de UPA-Aragón.

Con la intención de exponer estas ideas, Roche se reunió, a mediados de septiembre, con el titular de la cartera de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas. En dicho encuentro, no solo explicó dichas cuestiones, sino que también incidió en la necesidad de reducir el número de regiones productivas en España, proponiendo su reducción a las mínimas posibles y la implementación de ayudas asociadas destinadas a aquellos sectores que atraviesan más dificultades como son la ganadería de ovino y de vacuno.

“Gran incertidumbre”

El pasado mes de mayo, la Comisión Europea presentó una propuesta en la que se especifica una reducción del presupuesto agrario. La salida del Reino Unido, que dejará una falta de ingresos, junto con las nuevas prioridades de Europa propiciaron este anunciado recorte. “Parece que vamos a tener menos dinero, por este motivo, es más importante que nunca redirigir las ayudas para perder lo menos posible y garantizar la viabilidad de los auténticos agricultores y ganaderos”, reitera Roche.

Asimismo, el sector agrario no solo se encuentra temeroso por un probable recorte, sino que las elecciones al Parlamento Europeo pueden volver a parar la votación de una nueva PAC. “Es posible que no se vote antes de mayo, que entonces debamos esperar hasta la elección de un nuevo comisario y que la entrada de una nueva PAC se dé entre 2021 y 2022, lo que está generando entre los agricultores una gran incertidumbre, ya que no sabemos con qué dinero vamos a contar”. Así, ante este panorama, el sector agrario vuelve a exponer sus demandas con el objetivo de conseguir una PAC que termine con las “injusticias”.