La derogación del 'impuesto al sol', una ayuda para eliminar costes a los regantes

La decisión del Consejo de Ministros supone, según apunta Fenacore, un impulso para la competitividad del sector agrario, ya que podrá reducir sus costes a través de la autoproducción de energía.

Riego por aspersión en un campo de alfalfa en la provincia de Huesca.
La derogación del 'impuesto al sol', una ayuda para eliminar costes a los regantes
HERALDO

El Consejo de Ministros aprobó el pasado 5 de octubre un real decreto-ley de medidas contra la pobreza energética con el que se deroga el denominado ‘impuesto al sol’, conocido de esta forma porque se trataba de un cargo que se imponía a los autoconsumidores por la energía generada y consumida en la propia instalación con el objetivo de potenciar el autoconsumo.

Los regantes, quienes han sido unos de los damnificados por este impuesto que se puso en marcha en 2015, han considerado esta derogación “como un impulso para la competitividad del sector agrario, que podrá reducir sus costes energéticos a través de la autoproducción de energía sin peajes ni cargos”, según ha señalado la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore). Y es que durante este tiempo, los consumidores estacionales, como son los regantes, han visto cómo los costes fijos se incrementaban, lo que conllevó a que buena parte de los regadíos modernizados (que ahorran agua, pero demandan más energía) no resultasen económicamente viables.

“Esta modificación legal es una buena noticia, un leve respiro para los regantes, aunque debemos esperar a la publicación de la ley en el BOE y que se concrete cómo va a estar regulada”, explica César Trillo, presidente de Regantes Alto Aragón. “A priori es interesante, pero debemos ver cómo se queda la cuenta de gastos”. Trillo hace referencia al hecho de que los productores de energía, como los regantes, disponen bien sea de placas solares, molinos o saltos hidraúlicos, pero esta energía se produce en un lugar muchas veces alejado del ‘campo’. Por ello, deben transportar la energía, lo que genera un gasto importante dependiente de otra compañía.

“Queremos llegar al autoconsumo total, que nosotros podamos generar energía y que esta se nos sea ‘devuelta’ en la explotación”, atestigua Trillo. “Somos conscientes de que el almacenamiento de energía y el transporte de la misma conlleva un coste, pero también es cierto que nosotros gastamos energía durante seis meses, el medio año restante es mínimo el gasto. Por eso, reclamamos una cuenta de resultados cero”.

Entre las medidas expuestas por la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, están la simplificación de los trámites burocráticos y técnicos para las instalaciones de autoconsumo y la eliminación de la obligación de que las no superiores a 100 kilovatios se inscriban en el registro administrativo de instalaciones de producción de energía eléctrica. También reconoce el derecho al autoconsumo compartido por parte de uno o varios consumidores.

Por otro lado, desde Fenacore alegan que “para alcanzar un escenario tarifario realmente competitivo queda pendiente el desarrollo del reglamento que permita aplicar la Ley de Medidas Urgentes para la Sequía”, publicada en el BOE desde el pasado mes de marzo. Concretamente se refieren a la posibilidad de que los regantes puedan firmar un contrato de temporada para los meses de máximo consumo y otro para el resto del año con una potencia mínima para el mantenimiento de los equipos.

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