El arroz aragonés no consigue remontar

Los costes de producción son tan altos, que el margen de beneficio es “prácticamente nulo”, explican desde UAGA. Por este motivo, el cultivo del arroz en Aragón sigue perdiendo hectáreas.

Foto de archivo de una campaña de arroz
Foto de archivo de una campaña de arroz
Patricia Puértolas

Aragón perdió en apenas dos años, de 2011 a 2013, la mitad de las hectáreas dedicadas al cultivo de arroz. De rozar las 14.000 a quedar lastradas a apenas 7.700 hectáreas. Desde entonces, el sector no ha parado de decrecer hasta quedarse ahora en 6.000 hectáreas, según los datos que manejan desde UAGA. “Lo más frustrante es que la cifra conseguida este año es difícil que vuelva a repetirse, el arroz en Aragón va a seguir decreciendo”, explica María Carmelo, responsable del sector del arroz en UAGA.

En la Comunidad aragonesa, se siembra arroz principalmente en las comarcas de Monegros, Cinco Villas, Cinca Medio y Bajo Cinca; siendo testimonial, asimismo, las aproximadamente 50 hectáreas dedicadas que hay en la provincia de Teruel, concretamente en el Bajo Aragón. “Desde hace años, la provincia de Huesca principalmente ha optado por la modernización de sus campos, instalando sistemas de regadío que les permitan sembrar otros cultivos más rentables”, atestigua Carmelo. “La fuerte sequía de 2012 y el desacoplamiento de las ayudas junto con el hecho de que los precios son muy bajos en comparación con los costes de producción han provocado que muchos agricultores opten por otros cultivos más rentables. Y es que los márgenes de beneficios son prácticamente nulos”.

La llegada de arroz desde otras partes del mundo, como Camboya o Myanmar, ha provocado que el precio del arroz de tipo largo se desplome, lo que ha hecho que otras comunidades, como Andalucía, que sembraban esta variedad, estén cambiándose al redondo. “Si esta zona apuesta por el redondo, que es el que se cultiva en Aragón, estamos perdidos, ya que los precios van a caer aún más debido al aumento de la producción”, afirma la responsable del sector del arroz en UAGA.

Para que el arroz aragonés vuelva a ponerse en valor, por su calidad, Carmelo lo tiene claro: “La única forma de que el sector remontase es que los precios subiesen y para ello se debería trabajar en la potenciación del producto, bien sea desde un punto de vista nacional o europeo. De esta manera, si al comprarlo en la etiqueta se especificase de dónde proviene el arroz, las ventas de nuestro producto podrían crecer y con ello los precios, ya que aquí contamos con unas normas, tanto laborales como fitosanitarias, más reguladas que en estos otros países”.

Una campaña “normal”

Ante este panorama, a pesar de la dotación hídrica no ha supuesto ningún problema en este ejercicio, la apuesta por el arroz no ha aumentado. “Las abundantes lluvias de las semanas anteriores a la siembra provocaron que se retrasasen las labores hasta 20 días, o incluso un mes en algunas zonas, -cuenta, Carmelo- pero a pesar de ello, la climatología ha ayudado tanto durante esta temporada que se espera una producción dentro de los parámetros normales”. La cosecha que debería haber empezado en septiembre se ha retrasado hasta mediados de octubre debido a este retardo que lleva el cultivo en Aragón.

Durante este año, al menos, los agricultores, como especifica la responsable del sector del arroz en UAGA, no han tenido que hacer frente a “grandes plagas. Eso sí, el problema de las malas hierbas persiste, el hecho de que se haya restringido el uso de fitosanitarios ha provocado que cada año tengamos que hacer frente a ello y que los costes de producción se vean aumentados por este inconveniente”.

De esta forma, los arroceros aragoneses esperan ya una campaña en la que tendrán quer vender toda su producción, como es habitual en este sector. “El agricultor tiene poco margen para vender cuando el precio se cotiza más alto, ya que debe vender todo en campaña, el arroz no se puede guardar”.

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