Heraldo del Campo

El oro verde de Aragón se agrupa

Se acaba de constituir la Asociación de Pistacheros de Aragón que tiene como principales objetivos promover el cultivo y consumo de este fruto seco.

Plantación de pistachos de José Antonio Bonfil, socio de Apistar. Están en la localidad turolense de Valdealgorfa y tienen cuatro años.
Plantación de pistachos de José Antonio Bonfil, socio de Apistar. Están en la localidad turolense de Valdealgorfa y tienen cuatro años.
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"Esta asociación surge de la ilusión y el esfuerzo de un grupo de valientes agricultores aragoneses para promover el cultivo y el consumo de este preciado fruto". Con este escueto e intenso mensaje se daba a conocer hace unos días la constitución de la Asociación de Pistacheros de Aragón (Apistar), pionera en la Comunidad y que agrupa a unos 50 socios, la mayoría de las provincias de Zaragoza y Teruel y algunos de Huesca, que cultivan alrededor de 250 hectáreas de este tipo de frutal.

Su presidente, Ángel Morlanes, el primero en plantar pistachos en la provincia de Zaragoza, en 2012, en su localidad natal, Olvés, se muestra muy satisfecho de haber podido constituir esta asociación porque está convencido de que la unión hace la fuerza. «Hace unos años apenas cultivábamos pistachos cuatro agricultores en todo Aragón, mientras que, en los últimos tiempos, han sido muchos los propietarios de tierras que han apostado por este fruto seco. Ha habido todo un ‘boom’ porque la gente busca un complemento viable a los cultivos tradicionales, sobre todo en la margen derecha del río Ebro, donde hay muy poca tierra de regadío y las alternativas al cereal son muy escasas», indica Morlanes, quien ha pasado de los sesenta árboles que plantó hace seis años a las casi cinco hectáreas con las que cuenta en la actualidad y de las que ya ha obtenido los primeros frutos.

Muchos de los nuevos productores son novatos en este campo, de ahí que entre los principales objetivos de la nueva asociación se encuentre la formación y la organización de cursos para orientar y asesorar sobre cuestiones tan básicas como la forma de poda, el tipo de plantas por las que hay que apostar dependiendo de la época del año en la que se plante, o los mejores injertos, ya que el prendimiento varía mucho dependiendo de las condiciones que se registren en esas zonas.

Investigación y formación

«Es un cultivo totalmente diferente al resto de frutales con los que estamos acostumbrados a trabajar, de ahí la importancia de la formación y también de la investigación. De hecho, vamos a intentar hacer colaboraciones con el CITA y Aula Dei para poder investigar en la viabilidad de este cultivo en nuestra región, ya que la tierra y las condiciones climáticas son muy diferentes a otras áreas de gran tradición de pistacho, como pueden ser Toledo, Ciudad Real o algunas provincias andaluzas», matiza.

Este año, en algunas plantaciones han tenido problemas de hongos debido a las abundantes lluvias que hubo en primavera, lo que provocó la aparición de algunas enfermedades que se desconocían en Aragón hasta el momento y que son difíciles de atajar porque apenas hay productos autorizados para hacerles frente.

Otro de los objetivos de Apistar pasa por promocionar el cultivo entre los consumidores y productores. «El pistacho es una gran alternativa para el campo. Aunque no es el oro verde que se anunciaba, porque hay que esperar tiempo para obtener los primeros beneficios, lo cierto es que es un complemento muy bueno para compatibilizar con otro tipo de cultivos», apunta Morlanes, quien confía en que dentro de poco tiempo en Aragón ya haya plantadas más de 400 hectáreas.

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo

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