El Consejo Asesor para la Enseñanza de la Historia estudia elaborar materiales docentes, que se propondrían a los profesores, y didácticos, de posible uso por los alumnos, para apoyar y mejorar la enseñanza de la Historia. Asimismo, los miembros de este órgano, que la DGA creó tras advertir tergiversaciones en algunos libros de texto, se plantea tener igualmente en cuenta las muchas posibilidades de internet.

Estas son dos de las líneas de trabajo que los miembros del consejo transmitieron ayer al presidente de Aragón, Javier Lambán, durante un prolongado encuentro al que también asistieron la consejera de Educación, Mayte Pérez, y el director general de Planificación y Formación Profesional del Departamento de Educación, Ricardo Almalé.

El encuentro puede considerarse la primera reunión de trabajo de este grupo consultivo desde su sesión inicial del pasado 4 de junio. Se anunció el pasado viernes en la agenda del Gobierno, aunque finalmente se retiró de la misma al considerarse de «orden interno».

Tras fijar algunos objetivos  a medio plazo, el consejo pidió a Lambán, entre otras cosas, la creación de un sistema de comunicación interna que permita empezar a compartir ideas y propuestas sin esperar al final del verano.

Sus miembros reiteraron que les parece más apropiada la parte "proactiva" de su labor que la pura vigilancia de interpretaciones históricas erróneas o sesgadas. En esta misma línea, comunicaron al presidente del Ejecutivo que no se ven como "un órgano censor o inquisitorial", sino que su intención es «cooperar» con los docentes para ayudarles en lo posible en su importante tarea formativa, según explicó Guillermo Fatás, catedrático emérito de Historia Antigua.

Con Fatás, forman el Consejo la directora del Departamento de Didáctica de las Ciencias Sociales de la Universidad, Pilar Rivero; el decano de la Facultad de Filosofía y Letras, Eliseo Serrano, especialista en Edad Moderna; el medievalista José Ángel Sesma, académico de la Historia, y la profesora de Historia Contemporánea, Carmen Frías, ausente ayer por razones de fuerza mayor.

La iniciativa de poner en marcha este consejo surgió a partir de las quejas vertidas, a principios de año, por familias y centros que detectaron manipulaciones y errores históricos en libros de texto y manuales utilizados por los alumnos en clase.

Ley de derechos históricos

La reunión, que se prolongó varias horas, discurrió en un ambiente de "confianza y voluntad de colaboración", según describió Fatás. La controvertida Ley de actualización de los derechos históricos de Aragón apareció en la conversación en varias ocasiones y, aunque no fue objeto de análisis específico, "no mereció ningún comentario favorable" de los vocales del consejo. A título personal algunos de estos expertos plantearon a Lambán su disconformidad con el preámbulo de la norma y puntualizaron que, en tanto que consejo, sería prematuro valorar esta norma cuando todavía está inmersa en un proceso político-judicial que podría alterarla.