Basilio Valero: "Hay muchos problemas con internet y el teléfono fijo es horrible"

¿Cómo es el día a día siendo alcalde desde 2003?

Toca trabajar mucho desde por la mañana hasta por la tarde. Y más aquí, que no tenemos alguacil y el alcalde es el que tiene que asumir sus funciones (ríe). Tenemos un operario municipal, pero solo está unos meses al año. Tanto mi mujer como yo nos encargamos de abrir la iglesia, a mí también me toca tener lista la piscina y hacer mil recados. En mi caso, estoy en el pueblo todos los días, salvo aquellos que tengo que salir por obligación.

¿En todos estos años ha habido algo que se haya hecho difícil?

Bueno, claro que me ha tocado hacer muchas cosas, pero nada lo considero como algo que haya sido malo o difícil. Nos llevamos todos muy bien en el pueblo.

¿Con qué se queda de sus mandatos hasta el momento?

Me quedo con todo lo que he ido viviendo como alcalde. En mi caso todos estos años al frente del Ayuntamiento han sido un periodo fenomenal, en los que he aprendido mucho. Y con todos los vecinos y con quienes han colaborado en mi gestión, porque no he tenido ningún problema y eso es, al fin y al cabo, lo que más importa.

Con ese balance, ¿piensa en volver a presentarse a la reelección?

Todavía no lo tengo decidido, pero igual me presento (ríe). Tomar una decisión así lleva su tiempo para pensarlo, todavía hay margen para reflexionar.

¿Qué proyectos ha sacado adelante en estas legislaturas?

La iglesia se ha restaurado en dos fases, tres contando la plaza donde antes estaba el frontón, que ahora lo hemos puesto cubierto en otra fase. Ha quedado preciosa y ha sido una inversión muy fuerte. También se han hecho dos parques, se han renovado varias calles, se ha restaurado la ermita de la Virgen de Tocón y hemos instalado placas solares que han reducido el gasto de la factura eléctrica de lo que antes costaba bombear el agua del pozo a los depósitos. Incluso hemos adecuado una vivienda para casa rural y se ha arreglado el consultorio. También se amplió el bar, que antes tenía la mitad de espacio.

¿Y en el castillo que da nombre al pueblo queda algo por hacer?

Se han rehabilitado las dos torres del castillo y las zonas emergentes, pero queda la base que está toda horadada por las bodegas. Creemos que hay un grave peligro de hundimiento, porque hemos visto cómo se han abierto grietas que son muy grandes y por las que se puede caer una persona. Nos gustaría que se pudiera realizar alguna actuación para mejorar su estado porque es la joya de nuestro pueblo.

¿Cómo andan de conexión telefónica y de internet?

Es horrible cómo funcionan tanto la línea de teléfono fijo como la conexión a internet. En este mismo plan vamos a hacer ya dos años con estos problemas. Para el trabajo que tiene que hacer la secretaria es imposible, porque no funciona ni cinco días seguidos, hay cortes un día sí y otro también, de forma constante. Hemos llegado a estar un mes sin que nos funcione internet, y en su caso no puede hacer nada porque toda la gestión se lleva a cabo a través del ordenador. Cuando llama, le dicen que mande un correo… ¡pero si no puede!

Esto repercute en más actividades en el pueblo.

Claro. Por ejemplo, en el consultorio médico, que lo reformamos ya hace un tiempo, hay días que ni pueden acceder a los expedientes, ni a las analíticas y ni hacer una receta ni media. Si vas algún día y no funciona la conexión, te dice que no pueden hacerte la receta. Tiene que irse a Daroca, una vez allí lo hace y al próximo día ya te lo trae todo listo. Pero esto no es normal.

¿Ya se nota que es verano y hay más vecinos?

Durante el año estamos pocos, cosa que suele pasar en muchos pueblos. Pero en los meses de verano estaremos incluso más de 500 personas. Aquí no hay escuela y durante el año no hay chicos pequeños, pero ahora se juntarán cerca de 60 chavales y otras tantas bicicletas. Y da gusto verlos disfrutar por las calles.

¿Qué papel hace la Asociación Cultural el Castillo?

Se nota mucho lo que hacen porque se esfuerzan y preparan muchas actividades. Al cabo del año organizan 12 o 15 días de actuaciones o eventos. Así algunos fines de semana nos llegamos reunir unas 200 personas. Pasa muchas veces, como, por ejemplo, con el día de San Antón, que últimamente se ha recuperado.

Incluso se organiza una semana cultural.

Es un festival que está organizado por la propia asociación desde hace cinco años, y con él consiguen que haya muchas actividades, como papiroflexia, teatro, demostraciones de grafitis y hasta una cena.