Seguro que alguna vez has visto alguna, conoces a alguien al que le han picado o incluso te ha pasado a ti mismo. Las picaduras de medusa son muy habituales en los meses de verano y nos pueden estropear lo que iba a ser un día perfecto de vacaciones.

En los últimos años las costas españolas han experimentado una mayor presencia de estas especies marinas que se alimentan principalmente de plancton. De hecho, en la costa de Alicante aparecieron varios ejemplares de la medusa venenosa ‘Carabela portuguesa’.

Las picaduras suelen ser dolorosas y de picor intenso. Al entrar en contacto con una medusa, tienes sensación de ardor inmediata, acompañada de inflamación y enrojecimiento, pero en la mayoría de las ocasiones no suelen ser graves.

Consejos para la picadura de medusa

Limpiar la zona afectada: es muy importante limpiar la zona afectada pero nunca con agua dulce, sino con agua salada del mar. Otro remedio casero es aplicar vinagre. Si quedan restos de medusa hay que quitarlos con pinzas o guantes gruesos, nunca con la mano. Tampoco puedes rascar o frotar la zona afectada. Si puedes acudir al socorrista de la playa mucho mejor. Ellos disponen de los medios necesarios para poder tratar la lesión. Aplicar frío: Poner compresas frías o hielo durante unos 15 minutos, pero no aplicar el hielo directamente sobre la piel. El frío alivia el dolor y para reducir la inflamación es recomendable elevar la zona afectada. Además, es importante no exponer la zona de la picadura al sol. Tratamiento: Una vez que hayas puesto frío acude a la farmacia a por un antiséptico y un apósito para tapar la lesión. También se recomienda desinfectar la zona de la picadura tres veces al día con alcohol durante varios días. Si se presentan síntomas como malestar general, vómitos o calambres, lo más recomendable es acudir al hospital más cercano e informar al equipo médico del tipo de medusa que nos ha picado.

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