"Ceder tu tiempo es dar muchísimo"

Marta Colomer, la creadora del cuerpo de voluntariado, y Charo Viela, su actual coordinadora, hablan sobre el pasado, el presente y el futuro de esta iniciativa pionera.

Marta Colomer fue la alma máter del voluntariado de la Expo y se jubiló hace ahora dos años
Marta Colomer fue la alma máter del voluntariado de la Expo y se jubiló hace ahora dos años
José Miguel Marco.

Después de diez años volcada en un proyecto que nació para la Expo, Marta Colomer anunció su adiós tal día como hoy hace dos años. Era funcionaria en el Ayuntamiento de Barcelona y se ganó la plaza en concurso público en 2006 para convertirse en la alma máter de una legión de personas dispuestas a dar lo mejor de sí mismas sin esperar nada a cambio. Desde que se jubiló sigue viviendo en Zaragoza, nació en el Portillo. Busca cierto anonimato."He dado un paso atrás con esfuerzo, pero era necesario. Todavía hay gente que en el supermercado me reconoce como la del voluntario de la Expo, lo cual es un orgullo. Esto convencida de que dentro de un tiempo me vincularé al voluntariado como cualquier ciudadano de a pie", cuenta.

Estos días recuerda los comienzos en el local de la calle de Ponciano Ponzano, donde lo primero que tuvo que hacer fue convencer a muchos de que el voluntariado"decide dónde quiere estar" y que "ceder tu tiempo es dar muchísimo". No solo eso, sino que la mejor forma de motivarle es"proporcionarle formación" y ser capaz de"ofrecerle un número de puestos muy amplio".

"Fuimos unos atrevidos". Es una frase que Colomer no deja de repetir estos días."Pusimos en marcha una iniciativa pionera en España, porque solo se había hecho algo comparable con las Olimpiadas de Barcelona. Fue un éxito y tuvimos un reconocimiento", subraya. Este equipo humano levantó no pocas suspicacias entre quienes lo veían como una manera gratuita de trabajar, pero al final"se consiguió transformar la mentalidad de la ciudad"."El potencial del voluntariado es enorme. Es una manera de ver el mundo y un motor de modificación".

Aún se le pone un nudo en el estómago cuando recuerda la apertura de puertas de la Expo y el"bautizo" de la pasarela del Voluntariado. Considera casi un"pequeño milagro" que se llegara a acoplar el voluntariado en los servicios públicos y a mantener la"ilusión" de cientos de ellos. Su "espinita" es que no se conoce la "profesionalidad" que tienen que existir detrás de ello.

"Queremos atraer a los más jóvenes"

Desde febrero de 2017 Charo Viela está al frente del Cuerpo Municipal de Voluntariado, tras la jubilación de la que fuera su alma máter, Marta Colomer. En estos momentos la agrupación, según los últimos datos disponibles, la integran algo más de 3.900 inscritos, un número que permanece estancado desde 2009. De ellos, Viela sabe que puede echar mano de un listado de unos 400 que al otro lado del teléfono están siempre dispuestos a echar una mano.

"Queremos atraer y dar cabida a la gente joven, pero sabemos que no es fácil. Lo que sí nos está sorprendiendo es la población universitaria que en los últimos dos o tres meses se está acercando a nosotros", cuenta sobre los retos de futuro.

Para que todos puedan encontrar su sitio, según sus preferencias y disponibilidad, hay cuatro campos en los que pueden trabajar. El "más visible" se centra en colaborar en actividades culturales, deportivas y grandes eventos. También se dejan ver en labores de atención al visitante, la parte "más internacional", cuando colaboran en actividades turísticas. En esta área, una de las más atractivas para los de menor edad es la de ejercer de cicerones para los visitantes extranjeros, lo que permite practicar idiomas y "enseñar la ciudad a los viajeros como si de un amigo se tratara", destaca Vieja.

La labor "más humana y cercana a la par que discreta e invisible" tiene como destinatarios a los usuarios de la Casa Amparo, la Casa Abierta y asociaciones como Fadema (Fundación Aragonesa de Esclerosis Múltiple). "En muchos casos los voluntarios ni siquiera van uniformados para preservar la intimidad de las personas a las que acompañan", explica Viela. Por último, subraya la dedicación de los que colaboran en la oficina que tiene su sede en la planta baja del Ayuntamiento.

No planean celebrar este aniversario de una forma especial. "El mejor reconocimiento es el que recibimos de la sociedad", dice Viela. Llega en forma de premios, como el Palafox que otorga la Capitanía General o la medalla Martina Bescós. Otras veces, vale con un prolongado aplauso.

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