Torre del Compte: parada y fonda bajo las estrellas

La Parada del Compte, antigua estación de tren convertida hace casi dos décadas en hotel-restaurante de altos vuelos, es el establecimiento más popular de Torre del Compte.

José Luis Guimera y Maruja Gerona, en los jardines 'ferroviarios' de la Parada del Compte.
José Luis Guimera y Maruja Gerona, en los jardines 'ferroviarios' de la Parada del Compte.
Laura Uranga

El creciente interés por el Matarraña como destino turístico tiene enclaves pioneros que se anticiparon en su día a la actual ‘toscanización’ del entorno en los textos de los buscadores viajeros. Son puntos muy concretos, sobre los que pivota el crecimiento posterior de un entorno que cada vez es menos secreto y más aplaudido, para satisfacción de muchos y (leve) angustia de unos cuantos. Por suerte, la explotación de este territorio limítrofe con Tarragona y Castellón está siendo escalonada y serena, dos adjetivos que responden perfectamente a la idiosincrasia de la Parada del Compte, emblema del pueblo que guarda una gran devoción a San Ramón Nonato: Torre del Compte. Un enclave que en su día dependió del cereal, la vid, la huerta, el ovino y sobre todo, del olivo, que en las festividades de San Antonio (como pasa en La Fresneda o La Portellada) la salida de los diablos o ‘diablets’, animadores del jolgorio.

El establecimiento hotelero de cuatro estrellas al que conduce un camino de apenas dos kilómetros desde la linde urbana de Torre del Compte es un paraíso de inspiración ferroviaria: allá estaba la antigua estación de tren local, y todo en el lugar conduce a la sustentación de ese concepto, hasta el punto de que a veces parece que alguien va a decir aquello de ‘viajeros al tren’.

Maruja Gerona es natural de Torre del Compte; José Luis Guimera, de Valderrobres. La pareja regenta el hotel desde hace cuatro años, aunque el negocio lleva abierto desde los albores del actual milenio. "Hemos tenido más restaurantes en otros sitios –explica José Luis– pero esta oportunidad en nuestra zona no la podíamos dejar pasar; estamos dentro de la Vía Verde de Val de Zafán, en la antigua estación de tren, rodeados de un marco natural impresionante… eran muchas cosas interesantes para probar con una administración hostelera y nos lanzamos a por ello". "Se trataba –apostilla Maruja– de respetar la tradición y los elementos identificativos del lugar, dándole al mismo tiempo nuestra impronta al negocio".

Maruja y José Luis han mantenido la estación viva; se ve en las habitaciones, en el recibidor, en los jardines, en el restaurante El Andén, que era el antiguo almacén de la estación... no se da puntada sin hilo. Las habitaciones dobles a ras de suelo, la suite junior de inspiración turca en un espacio elevado y la alucinante suite New York –con jacuzzi incluido– entran igualmente en los raíles conceptuales. De hecho, eran las antiguas viviendas del jefe de estación y buena parte del personal.

Nula contaminación sonora

Los clientes de la Parada del Compte tienen muy claro a lo que vienen, y sus gerentes se encargan de poner las condiciones para que lo encuentren. "La tranquilidad y el sosiego –apunta Maruja– siempre han sido un valor aquí, pero el Matarraña hay que probarlo: entonces engancha d verdad. Aquí no se oye un ruido por la noche, y las estrellas son un espectáculo. De hecho, tenemos un buen número de clientes habituales de Zaragoza, Valencia y Tarragona que vienen en fines de semana, además de los que se acercan en fechas vacacionales más señaladas. En las habitaciones y los espacios comunes tenemos libros de autores aragoneses, hay un amplio salón de estar sobre el restaurante en el edificio principal, con juegos de mesa, sillones y servicio de bar… la idea es generar de manera natural un ambiente de confort".

El río Matarraña también vertebra las visitas; el viaducto que lo cruza a apenas 500 metros del hotel marca unas pozas excelentes, que atraen a los bañistas en el buen tiempo. En el pueblo destaca la iglesia de San Pedro, del siglo XIV, y las casas solariegas rehabilitadas, con mención especial para Casa Bergós y la Casa Ferrer. El Ayuntamiento, que alberga una lonja de considerables proporciones, y el espacio museístico de corte etnológico completan la oferta para el visitante dentro del pueblo.

Volviendo a la Parada del Compte, hay que destacar un rasgo característico de sus anfitriones: la cocina es espectacular. El restaurante está abierto los domingos al público todo el día, y entre semana se puede comer previa reserva. La utilización de productos de la zona es un valor que se magnifica con la impresionante manera en que Maruja borda la cocina (clásica y vanguardista: no le hace ascos a nada) y la presentación. José Luis, amén de ejercer de ‘maître’, es un repostero excelente. "Experimentamos –dicen ambos– para aprender, sin descuidar jamás las recetas clásicas, pero buscando siempre el elemento que las distinga; tenemos huerto propio, así que casi toda la verdura es nuestra, o de cercanía. En cuanto a la carne, el cerdo lo compramos en el matadero de Valderrobres, y la ternera también es aragonesa, de Binéfar; eso se nota en el paladar, claro. Hemos recibido formación en la Escuela de Hostelería de Teruel y en Barcelona, y seguimos haciendo cursos presenciales u ‘online’. Somos un buen equipo, y nos preocupamos de los detalles".

Un poco de historia

Hace dos años, Octavio Monserrat publicó un libro sobre la localidad: ‘Torre del Compte, entre la época medieval y la contemporánea’, editado por Fundación Asunción Tomás Foz, radicada en Valderrobres. Esta entidad sin ánimo de lucro persigue la promoción de Valderrobres y todo el Matarraña desde su patrimonio religioso, cívico, educativo, medioambiental, cultural, turístico y deportivo, con especial interés por la conservación, recuperación, promoción y puesta en valor de los recursos patrimoniales

En la obra de Monserrat se aborda la realidad histórica del pueblo desde el primer caserío, construido a principios del siglo XIII, hasta mediados del XIX. Allí se explica también el origen del nombre del pueblo, que se formó alrededor de una torre fortificada construida por Ramón Berenguer IV en la época de la Reconquista. Monserrat se benefició en su trabajo del extenso archivo municipal y los fondos documentales de la Fundación, además de buscar información en diversos foros y archivos de toda la Comunidad.

En el corazón de la Vía Verde Val de Zafán

Con aproximadamente 170 kilómetros, la Vía Verde de la Val de Zafán (que sigue el proyecto original del ferrocarril en la zona) es uno de los recorridos cicloturistas con más contrastes paisajísticos de toda España. Parte de La Puebla de Híjar y llega hasta San Carlos de la Rápita, atraviesa dos Parques Naturales tan espectaculares y diferentes como Els Ports y el Delta del Ebro, atraviesa el famoso sendero GR 99 desde Tortosa en su fase final, y es objeto de las excursiones de la firma Matarraña Aventura, basada en Cretas, que nació conceptualmente en Torre del Compte. En el pueblo, gracias a la iniciativa sostenida de la Asociación Cultural La Unión, el senderismo encuentra cada año –desde hace dieciocho– su punto de eclosión en la Marcha Por los Caminos, que este año se fijó para el 29 de abril y que siempre atrae a un buen número de aficionados a la naturaleza en las localidades aledañas. El paisajes es magnífico; los campos de olivos y almendros marcan la paleta de colores, corregida y aumentada por la presencia de melocotoneros. También merece la pena una visita al molino de aceite Las Cuevas, que antaño quedó pequeño para los requerimientos de la población local.

LOS IMPRESCINDIBLES

El Racó dels Torrats

Muy frecuentado por parejas y viajeros de la Vía Verde, este hotel con bar y restaurante en el centro del pueblo ofrece una excelente relación calidad-precio, que destaca especialmente en sus abundantes desayunos caseros.

San Juan

Las fiestas patronales del pueblo son en honor a San Juan, coincidentes con el solsticio de verano. Hay una ermita consagrada al santo en las afueras del pueblo, de estilo gótico tardío y levantada a principios del siglo XVII.

Objetivo Boda

Aunque trabaja en la red, esta empresa especializada en bodas tiene su sede oficial en Torre del Compte y trabaja con toda la provincia, además de atender también a numerosa clientela en la Comunidad Valenciana.

-Ir al especial 'Aragón, pueblo a pueblo'

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