“Cuando viajas en avión con tu mascota, nunca sabes cómo va a llegar”

Se acercan las vacaciones de verano y, con ellas, el momento de coger un avión para disfrutar de unos días de descanso. Sin embargo, volar puede convertirse en una odisea para aquellos pasajeros que quieran llevar consigo a su mascota. “Cuando viajas en avión con tu mascota, nunca sabes cómo va a llegar”, reconoce Esther Perla, una zaragozana que vuela con frecuencia a Canarias, donde reside su familia.

Cada aerolínea ofrece unas condiciones diferentes a la hora de transportar animales, mientras proliferan los casos de mascotas fallecidas tras viajar en las bodegas de las aeronaves y se reclaman mejores condiciones. “Hay muy pocas compañías que te permitan volar con ellos en la cabina, y en los que te dejan, solo pueden pesar 8 kilos incluido el transportín”, lamenta Mar García, presidenta de la asociación Alborada – Protectora Aragonesa de Animales.

Efectivamente, tal y como refleja un informe del portal Skyscanner, aerolíneas como Iberia, Vueling, Air France o Turkish Airlines permiten viajar junto a la mascota en cabina si su peso y el del transportín no supera los 8 kilos de peso, mientras que la inmensa mayoría de las compañías limitan el acceso de animales a la bodega. “Con ese peso, solo puedes llevar mascotas de bolsillo”, critica García, quien ven “necesario” permitir animales de más kilos a bordo.

Tampoco hay coincidencias en el precio, que varían según compañía. En Iberia, por ejemplo, cuesta 25 euros subir la mascota a la cabina para viajes nacionales; 50 € para Europa, África (salvo Sudáfrica) y Oriente Medio; y 150 para América. En cambio, si se traslada en la bodega las tarifas oscilan entre 120 y 300 euros. A todo ello hay que añadir 25 € si no se cuenta con un transportín propio.

Accidentes

Más allá del desembolso económico, los dueños reclaman mejoras, y más teniendo en cuenta los casos de muertes de animales en aviones que se conocen cada año. El último que salió a la luz fue el de un bulldog francés que perdió la vida en un vuelo entre Houston y Nueva York de United Airlines. A pesar de esto, Estados Unidos es uno de los países que ofrece más garantías a los propietarios de mascotas.

En concreto, este país reconoce la figura de ‘animal de apoyo emocional’, según la cual se puede viajar con la mascota en cabina si un facultativo ha certificado que “aporta beneficios terapéuticos a sus dueños a través del afecto y el compañerismo”, según detalla el registro americano de ESA (Emotional Support Animal). En España, solo Iberia reconoce este servicio, eso sí, siempre que se viaje con origen o destino a Estados Unidos. “Aquí vamos siempre a la cola del resto de países”, lamenta García.

Esta herramienta, no obstante, se está volviendo en contra de los propietarios de mascotas. Según reflejan los medios de comunicación de aquel país, la gente ha visto un filón y el número de certificados de este tipo se ha multiplicado por cuatro en los últimos años, lo que ha derivado en críticas del resto de pasajeros y en los primeros vetos a esta medida.

En cualquier caso, Mar García reconoce que “hasta la fecha” no ha tenido problemas serios a la hora de viajar en avión con las mascotas que gestionan en su asociación. En cambio, asegura que “es incluso peor en los autobuses, donde solo te dejan meter al animal en el maletero y viajan en muy malas condiciones”, advierte.