El presidente aragonés, Javier Lambán, dejará de viajar en dos meses en su actual Opel Insignia para hacerlo en uno nuevo de altas prestaciones, dotado con un motor de 210 caballos, tracción a las cuatro ruedas y equipado con todos los extras posibles. La media docena de ofertas presentadas al concurso público planteaban el mismo modelo de berlina, por lo que apenas se apreciarán las diferencias entre el coche oficial que lleva ahora al líder de socialista y el que lo hará durante los próximos cuatro años.

La Secretaría General Técnica de la Presidencia licitó a principios de años la renovación de la berlina del presidente, que acumula cuatro años de servicio y más de 250.000 kilómetros. Si hasta ahora se optaba siempre por la adquisición de la flota que lleva a los miembros del Gobierno, la DGA ha optado en esta ocasión por un ‘renting’ sin opción de compra. Y le saldrá mucho más barato de lo previsto, dado que el importe máximo se fijó en 55.176 euros y el servicio saldrá finalmente por 40.482 euros. Además, su precio de compra hubiera sido similar y, a cambio, se ahorrará los costes de mantenimiento.

La rebaja del 26,6% en el precio ofertado por el Banco Santander ha desbancado con creces al resto de entidades financieras y empresas especializadas en el arrendamiento de flotas que optaron a la licitación, que fija la entrega del coche para el mes de junio.

El nuevo coche del presidente es una berlina con motor diésel biturbo de dos litros y 211 caballos, tracción a las cuatro ruedas y equipado con seis airbags y todos los avances en seguridad posibles, desde alerta de colisión frontal, cambio involuntario de carril e indicador de distancia de seguridad hasta sistema de pedales retráctiles en caso de colisión.

Como coche de representación que es, su tapicería será de cuero oscuro y con cristales tintados en la parte trasera, además de contar con instalación de teléfono manos libres y puerto USB para la carga de sistemas electrónicos en la consola central trasera.

El nuevo servicio garantizará la asistencia en carretera las 24 horas y la sustitución por un coche de las mismas características si sufre una avería y la reparación requiere más de tres días. Además, el Banco Santander deberá cambiar las ruedas, como mínimo, cada 35.000 kilómetros para garantizar un agarre máximo.

La previsión es hacer unos 50.000 kilómetros anuales en el coche oficial, una estimación nada descabellada teniendo en cuenta que el presidente duerme todos los días en su casa de Ejea de los Caballeros y viaja por el territorio con asiduidad. No obstante, la diferencia de kilometraje, tan por exceso como por defecto, se abonará al finalizar al contrato.

El líder socialista tiene a su disposición desde que llegó al Pignatelli en el verano de 2015 de dos coches de lujo, sendos Audi A8, pero no salen del garaje por decisión expresa del presidente. Ambos se remontan al mandato de Marcelino Iglesias, quien adquirió primero un Audi A8 blindado en 2000 por 300.000 euros (por indicación de Interior ante los atentados de ETA). Siete años después se incorporó otro A8, esta vez sin blindar y con el mismo motor, un V8 4.2 FSI, capaz de circular a 250 km/h, cuyo precio oficial era de 87.540 euros. Ambos se utilizaron durante la pasada legislatura por la popular Luisa Fernanda Rudi.

El Gobierno PSOE-CHA ha intentando deshacerse de las dos berlinas, pero hasta el momento no ha tenido suerte y ninguna ha recibido ofertas en las dos subastas convocada hace dos años y a principios de mes. Ni los consiguió vender entonces por 45.000 euros ni ahora por 33.700, por lo que ambos siguen en el garaje a la espera de un incierto futuro.