Aragón

Mens agitat molem

XII Concurso de relato breve de Heraldo

Billete en mano subo al Ave con dirección a Huesca y me siento al lado de la ventanilla. Comienzo a desinhibirme de lo que me rodea para disfrutar del trayecto. El tren comienza a moverse y mientras, escojo la música que deseo escuchar, me veo en la estación de Guadalajara; unos bajan, otros suben y otra vez, en marcha. Ante mí se abre un paisaje, donde los tractores parecen escribir en los extensos campos de cultivo movidos por el aire. Y es que ese aire, es impulsado por los postes generadores de energía eólica de La Mula. La música de Amaral me envuelve en historias de personas desconocidas y entramos en la estación de Calatayud. Mi estomago comienza a rugir, porque está mañana con las prisas se me olvido desayunar e intentó engañarlo con un caramelo. Aunque, un delicioso olor llega a mis orificios nasales, una niña está comiendo los conocidos adoquines del Pilar. Mis tripas ya no esperan más y por suerte entramos en la estación de Zaragoza en la cual debo bajarme.

Lea todos los relatos que participan en el concurso.

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