Camarena de la Sierra: con la mirada puesta en la sierra de Javalambre

Camarena tiene puestas sus expectativas de futuro en un turismo estimulado por la proximidad de las pistas de esquí y en un recurso histórico como las aguas curativas de su estación termal.

Ricardo Navarro, gerente del complejo de bungalós Cabañas de Javalambre, situado en el corazón de la sierra.
Ricardo Navarro, gerente del complejo de bungalós Cabañas de Javalambre, situado en el corazón de la sierra.
Jorge Escudero

Ricardo Navarro, un empresario valenciano del sector turístico, ha tomado en sus manos las riendas de los dos principales establecimientos hoteleros de Camarena de la Sierra, en el corazón del macizo de Javalambre. A las Cabañas de Javalambre, un complejo residencial formado por 30 bungalós a los pies de las montañas, suma ahora el albergue construido por el Gobierno aragonés en 1998 y que acaba de ser sometido a una remodelación interior. Afirma que ambos modelos de alojamiento turístico con "compatibles" y ponerlos a pleno rendimiento revitalizará el empleo y la economía locales.

El industrial conoció Camarena muchos años antes de abrir las Cabañas en 2006. Como ocurre con tantos otros levantinos, Javalambre fue, desde siempre, su principal referencia de montaña. Recuerda que venía con amigos en bicicleta desde Valencia haciendo un viaje que duraba entre cuatro y cinco horas.

Camarena de la Sierra: con la mirada puesta en la sierra de Javalambre

Sus primeros contactos con la localidad se remontan a antes de la apertura de las pistas de esquí en 1996. Reconoce que ahora el principal motor económico de la sierra y, muy particularmente de la hostelería, es la estación invernal, construida en su mayor parte en terrenos ubicados en el término municipal de Camarena. En torno a dos tercios de los 7.000 clientes que pasan al año por las Cabañas y por el albergue llegan atraídos por el esquí. El 85% de la clientela procede de la Comunidad Valenciana, aunque está en aumento el público madrileño, de Albacete y murciano.

Los dos negocios turísticos de Navarro generan en temporada alta –con la estación de esquí abierta y en verano– entre 10 y 12 empleos, pero en fechas "punta", como la pasada Nochevieja, cuando colgaron el cartel de completo, llega hasta 18. El acoso de la despoblación y el envejecimiento complican la cobertura de los puestos de trabajo con vecinos de Camarena. El empresario señala que la regresión demográfica ha desembocado en una situación de "paro cero" en el pueblo y, aunque sus vecinos tiene prioridad a la hora de entrar a trabajar, tiene que contratar personal en La Puebla de Valverde, Rubielos de Mora, Albentosa, Teruel capital o incluso en Valencia.

Aunque la estación de esquí es el principal gancho turístico de Camarena, los empresarios están convencidos de que el impacto todavía sería mayor con un acceso directo desde el pueblo a las pistas. Actualmente, el principal flujo de esquiadores llega a la estación sin pasar por la localidad. El gestor del albergue lamenta que por la falta de esta conexión "hay muchos esquiadores que no se acercan al pueblo" y que tras pasar el día en la estación regresan a Valencia sin generar ningún impacto en la economía local.

En su día, el presidente del Gobierno aragonés, Santiago Lanzuela, contempló la posibilidad de conectar el casco urbano de Camarena con las pistas de esquí de Javalambre mediante algún medio mecánico que asegurara un enlace cómodo y directo. El proyecto nunca llegó a concretarse. Para Navarro, "es una pena" que aquel sueño no se hiciera realidad.

Para alargar las estancias y atraer visitantes fuera de la temporada invernal, el hostelero va a poner en marcha este mismo verano una oferta de rutas ciclistas para llegar a algunos de los parajes más representativos de la sierra de Javalambre, como el pico del Buitre –donde se levanta el potente observatorio astronómico del Cefca– o los Amanaderos de Riodeva. La organización apoyará a los ciclistas para subir a las cimas y se encargará del regreso en vehículos a Camarena. A pesar del desnivel que hay que superar para rebasar los 2.000 metros de altura, Ricardo Navarro está convencido de que la ruta será "fácil y asequible para todos los públicos".

También el turismo de las estrellas, una oferta emergente en Gúdar-Javalambre, tiene cabida en Camarena. Las Cabañas han sido escenario de tres sesiones de observación y divulgación astronómica con el sello Starlight. El empresario cuenta que, en el complejo de bungalós, por la noche, con las luces apagadas, el cielo es "una maravilla".

El campamento de Cabañas se complementa con el albergue. Mientras el primero ofrece alojamiento en un valle montañoso para familias o pequeños grupos en confortables casas de madera, el albergue de la DGA permite hospedar a grupos más grandes de colegios, asociaciones o amigos durante todo el año.

El empresario también trabaja para ampliar la utilización de las dos instalaciones con una novedosa oferta formativa a través de un convenio con el Inaem para formar a monitores de barranquismo, guías de media montaña y de rutas cicloturísticas. La faceta educativa alargará el uso de la oferta hostelera a todo el año. Navarro está convencido del "potencial de crecimiento turístico" de Camarena aprovechando su "entorno privilegiado".

El balneario de aguas medicinales, un recurso local que añora el pasado esplendor

El alcalde de Camarena, Ramón Gimeno, lamenta la decadencia de uno de los principales recursos turísticos locales, el balneario de aguas medicinales de Los Baños, sin apenas aprovechamiento. El establecimiento, que, en sus tiempos de esplendor, disponía de un servicio propio de transporte desde la estación de tren de La Puebla de Valverde y expedía cuatro camiones semanales de agua envasada, es ahora un recinto cerrado. Gimeno se siente "engañado" por los repetidos anuncios de relanzamiento de la estación termal –incluido uno que preveía un hotel– que no han llegado a materializarse.

"El balneario es un desastre", se lamenta el alcalde, que señala que desde hace más de una década la explotación anda "a trancas y barrancas", cuando en su época dorada, mucho antes de que existieran las pistas de esquí, "era el principal reclamo turístico del pueblo, que vivía en gran parte de ese negocio". Recuerda que los vecinos que disponían de habitaciones libres tenían asegurado el alquiler gracias al público que llegaba a Camarena en busca de una cura para dolencias de riñón o de la piel en sus aguas sulfatadas cálcico magnésicas.

El horno de pan vuelve a funcionar dos años después de una accidentada bajada de persiana

La llegada de Alejandro Pradas, un panadero valenciano, ha permitido reabrir el horno municipal, que llevaba dos años cerrado, lo que obligaba a abastecer a la población desde Teruel. Pradas, que conoció la existencia de la panadería a través de un conocido, se muestra satisfecho de su decisión un año después de tomada, a pesar de las limitaciones de un mercado, Camarena, con solo 116 vecinos –y potenciales clientes–. El suministro de pan a la oferta hostelera de las pistas de esquí de Javalambre complementa los ingresos.

Pradas, que se trasladó a Camarena con su hijo de cuatro años, aprendió el oficio en Valencia. Reconoce que con el cierre de la estación invernal al terminar la temporada, se avecinan "unos meses malos" para su negocio, aunque se muestra convencido de que con la clientela local y los ocasionales turistas podrá mantener abierto el establecimiento. El horno, que produce pan, pastas y bollería, disponía de equipamiento que tuvo que poner al día con el respaldo del Ayuntamiento, que valora la llegada de niños que contribuyan a mantener abierta la escuela. El anterior gestor cerró a finales de 2016 sin dejar rastro, lo que complicó la reapertura del establecimiento.

LOS IMPRESCINDIBLES

Las pistas de esquí

La estación invernal de Javalambre, ubicada en su mayor parte en el municipio de Camarena, se inauguró en 1996 con dos pistas y tras una inversión de 600 millones de pesetas (1,2 millones de euros) del Gobierno aragonés.

La iglesia parroquial

La iglesia parroquial, dedicada a San Mateo, es de estilo barroco con una interesante decoración interior de esgrafiados. La portada de acceso llama la atención por su austeridad decorativa. Fue construida en los siglos XVI y XVII.

Rector y cardenal

En 1920 nació en Camarena el que sería rector de la Universidad Gregoriana de Roma –nombrado por el papa Juan Pablo II– y cardenal Urbano Navarrete. Fue ordenado sacerdote en 1952 en Barcelona y falleció en el Vaticano.

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