Más del 60% del profesorado de varias facultades de la UZ tiene un contrato temporal

El Justicia de Aragón ha pedido a la DGA que establezca un marco de financiación que garantice la mejora continuada de la calidad del servicio.

Una clase de la Universidad de Zaragoza.
Una clase de la Universidad de Zaragoza.
Heraldo

La alta temporalidad no solo se ha implantado en las empresas privadas sino que también supone uno de los grandes problemas de la Universidad de Zaragoza. Tanto algunos sindicatos como el Justicia de Aragón han alertado del riesgo que supone que en el campus público aragonés haya un porcentaje de docentes e investigadores temporales superior al 40%. En la actualidad, según los datos publicados en el portal de transparencia de la UZ, el 38% del profesorado es asociado y un 3,5% son ayudantes a doctor. Ambas fórmulas suelen ser las más repetidas para la contratación de personal temporal.

Dada la situación que se mantiene desde hace años, el Justicia de Aragón ha realizado una sugerencia tanto a la Universidad de Zaragoza como al Gobierno de Aragón. A la primera le ha pedido que desarrolle medidas para reducir la temporalidad de su personal docente e investigador, de acuerdo con los criterios establecidos en la Ley de Universidades “que impone un límite del 40%”. Por su parte, a la segunda le solicita que establezca un marco de financiación que garantice la mejora continuada de la calidad del servicio de educación universitaria. Tal y como recuerda, este recurso sistemático a la contratación de profesores asociados “pone en riesgo la calidad y la excelencia en la docencia y en la investigación”.

En estos momentos, el campus público aragonés cuenta con más de 1.600 profesores asociados, lo que supone cerca del 38% del personal docente e investigador contratado. Además, desde el año 2000 (primero del que se tiene información tan detallada), hay trabajando unos 650 docentes más con este tipo de convenio. Por el contario, la figura del ayudante a doctor ha descendido en 50 personas (un 25% menos) en los últimos cinco años.

 

“El aumento de docentes asociados en la última década tiene un origen doble”, ha explicado en otras ocasiones José Antonio Mayoral, rector de la Universidad de Zaragoza. Según ha recalcado, en los últimos años se ha hecho necesario contratar más asociados a tiempo parcial para cubrir necesidades de docencia "a las que no puede hacerse frente mediante figuras estables por los límites de reposición impuestos y ante la imposibilidad, por razones económicas, de contratar otras figuras".

Las facultades sanitarias sin profesores fijos

Como pone en evidencia el Justicia de Aragón, la facultad de Ciencias de la Salud es una de las que cuenta con un mayor porcentaje de profesores asociados: un 82,6%. Sin embargo, no es la única. Los datos ofrecidos por la Universidad de Zaragoza reflejan que el 81,4% de los docentes de Medicina también son asociados. Ambas son las facultades que tienen una mayor temporalidad. A los problemas relacionados con la tasa de reposición y la infradotación económica de la institución académica, se les une otras cuestiones como la ausencia de aspirantes a puestos fijos (debido a la falta de adecuación de los parámetros que exige la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación).

Ante esta situación no es de extrañar que el departamento de Medicina, Psiquiatría y Dermatología tenga más de un 93% de profesorado asociado. Una situación similar a la que se da en las áreas de Cirugía, Ginecología y Obstetricia (90%), Pediatría, Radiología y Medicina Física (88%) y Fisiatría y Enfermería (81%). Por el contrario, otras secciones de ambas facultades como Microbiología, Medicina Preventiva y Salud Pública o Psicología y Sociología tienen un porcentaje de profesores asociados inferior al 50%.

Otras cuatro facultades de la UZ (Ciencias de la Salud y del Deporte, Ciencias Humanas y de la Educación, Ciencias Sociales y Humanas y Educación) tienen un elevado porcentaje tanto de profesorado temporal como solo de asociado. En todas ellas, los docentes con un contrato temporal suponen más del 60% del total y los asociados son alrededor del 50%. Por ello, no es de extrañar que esta dinámica se repita en los departamentos de Ciencias de la Educación (con un 70% de profesores asociados), Didáctica de las Lenguas y de las Ciencias Humanas y Sociales (61,4%) y Didáctica de las Ciencias Experimentales (55%).

Ante esta situación, el Justicia recuerda que la figura del profesor asociado remite a profesionales especializados en diversas áreas laborales contratados de forma temporal por la Universidad, a tiempo parcial, para ejercer docencia en materias vinculadas a dichas áreas. “Se trata, por lo tanto, de una figura docente de carácter complementario en la que no se puede sostener la plantilla del personal docente e investigador, como ocurre en la Facultad de Ciencias de la Salud”, puntualizan.

Las ingenierías casi sin temporalidad

Por el contrario, hay otras facultades donde el profesorado temporal supone una mínima parte, muy acorde con la finalidad que realmente tiene este tipo de figura educativa. Esto ocurre tanto en la Ciencias (alrededor del 10% de contratos no fijos y 8% de asociados), Escuela Politécnica Superior (12,3% de contratos temporales y 9,6% de asociados) como en Filosofía y Letras (19,4% empleados no fijos y 15,6% de asociados) y en la Escuela de Ingeniería y Arquitectura (28% temporales y 17% asociados).

De este modo, varios departamentos relacionados con las letras y las ingenierías tienen un bajo porcentaje del profesorado con contrato temporal: Química Analítica (0%), Ingeniería Electrónica y Comunicaciones (0,90%), Ingeniería Química y Tecnología del Medio Ambiente (2,4%), Historia Medieval, Ciencias y Técnicas Historiográficas y Estudios Árabes e Islámicos (5,3%) e Historia Moderna y Contemporánea (5,3%). En estos casos el volumen de docentes asociados es inexistentes. 

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