La ley de capitalidad regresó ayer con fuerza a las Cortes de Aragón. Y las posturas siguen inalterables. El consejero de Presidencia de la DGA, Vicente Guillén, volvió a esgrimir los mismos argumentos utilizados hasta ahora: el artículo 14 es constitucional, a pesar de que le resulta "chocante" el uso que ha hecho de él Pedro Santisteve, el alcalde de Zaragoza, que ha preferido "echar a la oposición de las sociedades" antes que mejorar los servicios a los vecinos de la capital aragonesa.

El debate subió de tono cuando el diputado popular, Miguel Lafuente, acusó al Ejecutivo PSOE-CHA de "poner la peana perfecta a un cacique". Máxime, cuando fue "el PSOE aragonés el que le puso en la alcaldía". Rechazó de forma tajante que, como dice Guillén, el polémico artículo 14 recibió el visto bueno de todos los grupos. "El PP votó en contra de toda la ley, presentó un centenar de enmiendas parciales que no leyeron y tiraron a la basura", recalcó, para reforzar su idea de que la tramitación de la ley de capitalidad fue "una aberración democrática".

El diputado del PP llegó a calificar a Guillén de "manipulador" por acusar a los populares de "desestabilizar la política aragonesa" cuando fue su partido el que "puso en la alcaldía" a Santisteve. Diferenció, incluso, el PSOE aragonés del zaragozano por los últimos desencuentros que se han dado entre ellos: "Lo que yo oigo a Carlos Pérez Anadón nada tiene que ver con lo que dice usted sobre la ley de capitalidad"

Se esforzó Guillén en reiterar que normas anteriores recogían artículos con un contenido similar al que será revisado antes de Semana Santa por la subcomisión bilateral de resolución de conflictos, paso previo a que el Gobierno central plantee un recurso ante el Tribunal Constitucional que paralizaría la aplicación de la ley. Para el consejero de Presidencia, que pidió a Lafuente que no insultara a Santisteve, el conflicto sigue estando en la utilización que ha hecho el alcalde de Zaragoza del artículo en cuestión, algo que un primer edil socialista "no haría". En su opinión, el problema está en que el PP está "enrabietado" porque "no fue capaz de aprobar" su propia ley de capitalidad.