Las víctimas del alud al otro lado del túnel de Bielsa estuvieron dos horas sepultadas

La Policía y la Gendarmería francesas hallaron a uno de los dos montañeros bajo 4 metros de nieve.

35 especialistas participaron en el rescate.
35 especialistas participaron en el rescate.
Policía Nacional Francesa

David Ballesteros López y Marcos Portolés Ajenjo, los dos montañeros cántabros que fallecieron el sábado al ser arrastrados por un alud de dimensiones excepcionales (200 metros de longitud, un metro de espesor y 600 metros de desnivel) en la vertiente francesa del túnel de Bielsa, estuvieron sepultados bajo la nieve más de dos horas. Un tiempo demasiado elevado ya que los expertos ya advierten de que las posibilidades de supervivencia descienden un 70% pasados los primeros 15 minutos.

La afanosa labor de los especialistas de la Policía Nacional y de la Gendarmería francesas para desenterrarlos con la ayuda de palas (uno de ellos fue localizado bajo 4 metros de nieve y el otro a 1,5) no fue suficiente para que sobrevivieran a la avalancha.

Otra mujer que estaba realizando esquí de travesía junto con las dos víctimas también fue alcanzada por el alud y enterrada parcialmente, pero finalmente salió ilesa, al igual que otra compañera y el guía del grupo, que era de la provincia de Huesca.

Fuentes del Grupo de Rescate en Montaña de la Policía Nacional de los Altos Pirineos (Francia), explicaron este domingo que a las 11.50 recibieron un aviso de uno de los miembros del grupo informando de que dos compañeros habían sido arrastrados por una alud. Las dos mujeres del grupo se quedaron en una zona segura vigilando que no cayera ninguna placa más y el guía comenzó a buscarlos con el detector de víctimas avalanchas (ARVA), pero pidieron ayuda al no localizarlos.

Una placa de viento, la causa

Al parecer, estaban a unos 1.950 m de altura, en la zona del pico Marioule (2.509 m), cuando se desprendió desde la cima un alud de placa formado por los fuertes vientos de las últimas jornadas. Una de la hipótesis es que los propios montañeros, mientras realizaban la actividad de esquí de travesía, provocaran el desprendimiento "porque era una placa muy frágil", señalaron.

Cinco especialistas del grupo de rescate de Saint Lary llegaron en helicóptero a la zona en 20 minutos, a los que se fueron sumando socorristas de otros grupos de la Policía Nacional y de la Gendarmería hasta un total de 35. Al no encontrar restos de mochilas o esquíes para tratar de acotar la zona de búsqueda, emplearon el detector de víctimas y localizaron una señal a cuatro metros de profundidad. Comenzaron entonces a excavar un túnel para intentar llegar hasta el montañero. Después de una hora y media paleando, lo hallaron en parada cardiorespiratoria y con una grave hipotermia. Y aunque fue evacuado en helicóptero al hospital de Toulouse para tratar de reanimarle, no fue posible y murió.

La otra víctima no llevaba ARVA por lo que los servicios de emergencias franceses solicitaron ayuda de un perro especialista en rescates que localizó el rastro de este segundo montañero sobre las 14.00. En este caso, la sonda indicó que estaba enterrado a 1,5 metros por lo que en apenas diez minutos consiguieron llegar hasta él. Sin embargo, cuando lo sacaron, también se encontraba en paro respiratorio y pese a que intentaron reanimarle durante 20 minutos, declararon su fallecimiento como consecuencia de varios traumatismos.

El sábado, el riesgo de aludes en la zona era de 4 sobre 5 "porque habíamos tenido mucho viento de sur y ese fenómeno aumenta el peligro", aseguraron desde la Policía Nacional gala.

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