El triple crimen de Andorra, del que fueron víctimas los guardias civiles Víctor Jesús Caballero y Víctor Romero y el ganadero José Luis Iranzo, conmocionó el pasado 14 de diciembre a todo Aragón. No solo por el desprecio por la vida ajena que mostró Norbert Feher, alias Igor el Ruso, al abrir fuego contra sus víctimas a escasos metros de distancia, sino también por el hecho de que los asesinatos se produjeran en un pequeño municipio turolense, aparentemente seguro y tranquilo. Pero como acaba de constatar el último Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior, la Comunidad experimentó el pasado año un llamativo cambio de tendencia y no fueron estos los únicos homicidios perpetrados en el medio rural. De hecho, se contabilizaron hasta siete de un total de ocho registrados a lo largo de 2017 en todo Aragón.

El repunte de las muertes violentas en el campo se compensa con el notable descenso de estas en el ámbito urbano, ya que en la capital aragonesa tan solo hubo que lamentar una (por las seis de 2016) y en las ciudades de Huesca y Teruel no se produjo ninguna. Es decir, la Comunidad volvió a registrar los mismos asesinatos y homicidios que en el ejercicio anterior: 8. Pero la localización de estos fue bastante distinta, algo que no debería pasar por alto a los responsables policiales a la hora de planificar su trabajo.

Según las cifras que ayer hizo públicas el Ministerio del Interior, los que experimentan una tendencia a la baja son los homicidios dolosos y asesinatos en grado de tentativa, que pasaron de 17 a 15. A este descenso han contribuido los buenos datos de las provincias de Huesca y Zaragoza, donde estos delitos cayeron un 33,3 y un 35,7%, respectivamente. No ocurrió lo mismo en la de Teruel, en la que se denunciaron e investigaron cuatro crímenes frustrados, cuando el año anterior no se produjo ninguno.

A la hora de medir el nivel de seguridad de los ciudadanos, se contabilizan también los delitos graves y menos graves de lesiones, así como los de riña tumultuaria. La Policía Nacional, la Guardia Civil y los distintos cuerpos de Policía Local de Aragón informaron a lo largo de 2017 de un total de 390, por los 464 de 2016 (-15,9%).

El último Balance de Criminalidad pone también de manifiesto un ligero descenso de las infracciones penales contra la libertad e indemnidad sexual, que pasaron de 574 a 247. Sin embargo, dentro de este apartado, cabe destacar el repunte de las agresiones sexuales con penetración: 27, por las 20 de 2016. El aumento de casos se produjo en las provincias de Huesca (de 1 a 3) y Zaragoza (de 18 a 24). Teruel es la única que mejora los datos con respecto al anterior balance, ya que pasó de una a cero.

Descienden todos los robos

Si en un capítulo concreto sale bien parada la Comunidad aragonesa es en el de robos, puesto que estos descendieron en todas sus modalidades. Según las estadísticas que maneja el Gobierno Central, la caída más notable se produjo en los robos con violencia e intimidación contra las personas, que pasaron de 910 a 798 (-12,3%). A la hora de hablar de asaltos en inmuebles, se hacen dos epígrafes: robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones (de 2.642 a 2.555, un -3,3%); y robos con fuerza exclusivamente en domicilios (de 1.898 a 1.787, -5,8%). Las que también han caído son las denuncias por hurtos o robos al descuido, de las 11.936 a las 11.004 (-5,8%).

El portal estadístico del Ministerio del Interior no detalla la evolución de los robos con fuerza en explotaciones agrícolas y ganaderas, pero la Delegación del Gobierno en Aragón aseguró ayer a través de un comunicado de prensa que estos también experimentaron un descenso del 17% con respecto a 2016 gracias a «los buenos resultados del trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado».

El balance general ha de ser positivo, puesto que el total de infracciones penales apenas ha variado durante el último año. De hecho, se produjo un mínimo descenso, de las 38.146 de 2016 a 37.878 de 2017, lo que supone un -0,7%. Con estos números, Aragón se consolida como la quinta comunidad autónoma más segura del país, ya que la tasa de infracciones penales desciende hasta los 28,9 puntos, 15 por debajo de la media nacional.