Maleján: proporcionalmente hiperpoblado

No todas las calles del pueblo de Maleján, pertenecen administrativamente a su término municipal, el más pequeño de Aragón; algunas son de Borja, y el cauce del Huecha no marca la línea divisoria.

Juanjo Ruiz, alcalde de Maleján, en el casco urbano de su pueblo, con una pierna en su término municipal y otra en el de Borja.
Juanjo Ruiz, alcalde de Maleján, en el casco urbano de su pueblo, con una pierna en su término municipal y otra en el de Borja.
Laura Uranga

No es Macao, populoso enclave lleno de casinos en el Lejano Oriente; tampoco Mislata, el municipio valenciano que pasa por ser el de mayor densidad de población en España dentro de los que superan los 200.000 habitantes, con más de 20.000 personas por kilómetro cuadrado; ni siquiera Madrid, que supera las 5.000 personas en esa particularidad. Sin embargo, las 3.943 personas por kilómetro cuadrado que presenta Maleján, municipio vecino a Borja, son récord absoluto en Aragón. La cifra es en proporción, como decía el humorista Berto Romero al analizar con sorna la canción de ‘David el Gnomo’ en la película ‘Spanish Movie’; el censo actual de Maleján es de 276 personas, pero su minúsculo término municipal hace que el cálculo en la densidad de población arroje ese guarismo desorbitado.

El caso es curioso; la linde del término municipal pasa por mitad del pueblo, con varias casas pertenecientes administrativamente a Borja, lo que acarrea situaciones rocambolescas a la hora de licencias de obras y regulaciones varias. La gente no se lo cree cuando llegan las puntualizaciones. "Tenemos –aclara el secretario municipal, José Joaquín Porta– 0,07 kilómetros cuadrados de municipio, lo que supone sin ningún género de dudas que somos el más pequeño de Aragón. Las lindes eran más amplias, pero se fueron achicando con los años. Las piscinas y el cementerio, por ejemplo, están en el término de Borja, lo mismo que un lado de la calle de entrada al pueblo. Viene alguien a pedir cualquier permiso relativo y antes que nada debemos cerciorarnos de que la dirección sea de Maleján". "No te extrañe que de los pueblos pequeños seamos el de más densidad de España ­–corrobora el alguacil, Jesús Ferrer– porque yo no conozco otro caso igual". El pueblo tiene origen árabe, rasgo común a otros enclaves vecinos.

Juventud

Juanjo Ruiz, alcalde del pueblo desde 2007, entra en detalles al respecto de la realidad actual del pueblo y sus expectativas, tanto de presente como de futuro. "Además de la curiosidad acerca de la densidad poblacional, hay que destacar que Maleján tiene mucha gente joven, un colegio con dos profesores fijos y uno en jornada no continua. Al estar tan cerca de Borja no notamos tanto el problema de la despoblación, porque mucha gente que trabaja allí o en los polígonos cercanos elige quedarse en Maleján por la tranquilidad. Para nosotros supone contar con todos los servicios de Borja, además".

Por las citadas contingencias, tampoco parecía lógico que hubiese mucho desarrollo de proyectos empresariales en Maleján. El alcalde corrobora esa suposición. "Tenemos profesionales de albañilería que van trabajando por toda la zona, y funcionan dos casas rurales, una de ellas abierta todo el año: Casa Pradilla". Este establecimiento es uno de los puntos destacados en la información turística de la Ruta de la Garnacha, y cuenta con ocho plazas, más áreas comunes de bodega y salón. Es una construcción en piedra y madera de la zona, que fue restaurada sin afectar a la estructura e idiosincrasia del edificio original.

El poeta borjano Emilio Alfaro da nombre a la biblioteca municipal, que está bien nutrida con las obras del escritor zaragozano Fernando Sanmartín. Hay una razón de peso para este detalle, más allá de la ímproba trayectoria literaria del también docente universitario: su familia es de Maleján, y en Maleján pasó muchos ratos de sus años mozos. Xordica acaba de editar el último libro del que actualmente es Jefe del Servicio Gestor de la Aljafería: ‘Ciudades que se posan como pájaros’, alusivo a cinco urbes en Portugal, Bélgica, Marruecos e Irlanda.

Dos de las referencias culturales más arraigadas en el pueblo son el paloteado y los gigantes, que se lucieron en el último encuentro anual de los aragoneses de cartón piedra con más estatura de la Comunidad, celebrado en mayo del año pasado en Teruel. Muchas de las tradiciones malejaneras encuentran sustento en el empuje de la asociación de amas de casa El Cerezo, que en este 2018 cumple veintisiete años de existencia. El pueblo quiso reconocer su dedicación con el honor de dar el pregón de fiestas para Santa Bárbara en 2016.

En una clave diametralmente opuesta, y dentro del mundillo de las fiestas más desatadas en el panorama de la música electrónica, hay que señalar que el pasado 5 de agosto regresó la Rave Maleján de la mano de dos de sus impulsores originales, Diego Lahuerta y José Luis Parlotti. Esta cita vivió seis ediciones hasta 2013, y había cesado su actividad durante un lustro.

Museo al aire libre

Entre los vestigios históricos más reseñables hay que citar el museo al aire libre Fuente del Molino, pequeño en tamaño pero hondo en significación, con elementos tomados de una almazara de principios del siglo XX y muestras de la cotidianidad remota de Maleján. La obtención de aceite de oliva ha sido y sigue siendo clave en el Campo de Borja y Tarazona: existe una denominación de origen, Aceites de Sierra del Moncayo. Frente al museo hay un espectacular mirador del propio Moncayo y el valle del Huecha en general.

La iglesia parroquial, del siglo XV, pertenece al estilo gótico y está dedicada a Nuestra Señora de la Visitación. De ella destaca el altar del siglo XVI, de San Antonio Abad. El retablo de la Virgen de Guadalupe, restaurado hace unos años por los alumnos de la Escuela Taller ‘Juan de Arnaldín’ de la DPZ, es una de las piezas más queridas por los devotos locales.

El pueblo en el que llueven nueces, almendras, dulces  y fruta para el Santo Cristo

Se trata de una tradición única en la zona, que atrae a público de muchos municipios cercanos por su especial significación. En mayo se celebran en el pueblo las fiestas del Santo Cristo de la Capilla, y el acto más esperado es sin duda el ‘bautizo’ de frutos secos, un agradecimiento al buen año de la cosecha. Dos matrimonios se ocupan de dirigir el festejo como ‘mayordomos’, todo un honor. La mayordomía se concede por orden de inscripción desde el día de la boda de los candidatos, así que el tiempo de espera (aunque se haya acortado con el paso de los años) es largo. La mecánica es simple; los mayordomos se pertrechan en sus balcones con unos doscientos kilos de nueces (sobre todo), almendras y fruta, y los arrojan a los vecinos cuando pasan por su casa. Hay ciertas normas; proteger a los pequeños es la principal, porque una vez pasado el goloso chaparrón, todo el mundo se afana en la recolecta de este regalo literalmente caído del cielo.

LOS IMPRESCINDIBLES

La bajada de la Juaneva

Esta curiosa competición veraniega se ha celebrado varios años en el pueblo, y consiste en una bajada de embarcaciones hechas por los participantes (se premia la originalidad) por el río. Las risas están garantizadas.

El dance del roscón

En la fachada del Ayuntamiento aparece un relieve empotrado que remite en forma de alegoría al dance del roscón, momento esencial de las fiestas. La obra (detalle en la foto) es del escultor borjano José Sanmartín Miguel.

El mallo de mayo

Como en otros pueblos aragoneses, Maleján guarda la tradición de cortar un gran chopo en la ribera del río (aquí, el Huecha) y plantarlo en la plaza a pulso. Tras el esfuerzo hay sardinada popular para recuperar las energías.

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