El presidente de Aragón, Javier Lambán, se ha abierto este jueves a revisar la cuota fija del Impuesto sobre la Contaminación de las Aguas (ICA), que actualmente asciende a 5,09 euros al mes. No obstante, no ha concretado cuánto la rebajará.

Esta será una de las bases de la reforma "en profundidad" prometida por el Gobierno, que introducirá nuevas bonificaciones y exenciones para los colectivos más vulnerables, aún por concretar.

El objetivo, según ha explicado este jueves Lambán, es que los aragoneses "no paguen más que la media de los españoles" por la depuración de las aguas. Aunque el Ejecutivo deja todo abierto a fin de negociar esta y otras propuestas en la mesa técnica sobre el ICA, que volverá a reunirse el día 8, el presidente de Aragón confirmó que, tras estos cambios, "muchos aragoneses notarán una reducción sustancial en su factura". Otros, en cambio, pagarán más, ya que se seguirá un criterio de progresividad.

Los cambios, en cualquier caso, no tienen fecha. La previsión es que la mesa técnica alcance un acuerdo a mediados de marzo y que la DGA redacte un proyecto que, posteriormente, deberá ser remitido a las Cortes. El objetivo, según ha explicado Lambán, es que la reforma goce del mayor acuerdo parlamentario posible.

El líder del Ejecutivo ha descartado que la modificación tenga carácter retroactivo. También que vaya a paralizarse el cobro del ICA como le exigen colectivos como la Red de Agua Pública de Aragón (RAPA).

Lambán quiso recalcar que al Gobierno de Aragón no le mueve un afán recaudatorio. No obstante, el propio consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, confirmó este miércoles que la Comunidad mantendrá su nivel de ingresos. La previsión es que el ICA aporte a las arcas autonómicas alrededor de 70 millones de euros este 2018.