Acusan a una pareja de torturar a una vecina de Sabiñánigo con una lima y un cuchillo rusientes

Los agresores, que exigían dinero a la víctima, la golpearon y le metieron la cabeza en un cubo con agua al menos diez veces. La Fiscalía, que acusa a una tercera persona, pedirá penas que suman 34 años de prisión en el juicio que se celebrará en febrero.

Audiencia Provincial de Zaragoza.
El juicio se celebrará a finales de febrero en la Audiencia Provincial de Zaragoza.
Heraldo.es

La Audiencia de Zaragoza juzgará a finales de febrero a Saúl P. G. por las presuntas torturas a las que sometió a una vecina de Sabiñánigo, amiga suya y a la que supuestamente llevaba cinco años extorsionando. Además de este hombre, que arrastra antecedentes por delitos de lesiones y maltrato familiar, en el banquillo de los acusados se sentarán las que fueran sus parejas sentimentales en aquel periodo (de 2010 a 2015): Jessica M. V., primero, y Ana Isabel L. L., después. Según la Fiscalía y la acusación particular, ambas mujeres sabían de sus planes y colaboraron con él en algún momento. De ahí que pida para los tres penas que suman un total de 34 años de cárcel.

Las torturas que llevaron a Belén A. A. al hospital y la mantuvieron impedida durante más de mes y medio se produjeron el 19 de marzo de 2015. La mujer se había desplazado aquel día desde Sabiñánigo a la capital aragonesa, circunstancia que aprovecharon Saúl P. G. y su novia Jessica M. V. para llevarla a un domicilio cuya ubicación se desconoce. Una vez allí, se sirvieron de un cuchillo, una lima y un abrebotellas que pusieron previamente a calentar al fuego para hacerle quemaduras por todo el cuerpo.

Para evitar que los gritos de sufrimiento de la mujer pudieran alertar a los vecinos del inmueble, le taparon la boca con un jersey. Según el parte médico de lesiones, cuando llegó al hospital, la víctima presentaba quemaduras en piernas, brazos, pies y manos. Algunas de ellas de segundo y tercer grado, que le han dejado como secuelas importantes cicatrices.

Según las acusaciones, no conformes con someter a la vecina de Sabiñánigo a este calvario, le propinaron golpes y puñetazos en el rostro y le hicieron creer que estaban dispuestos a ahogarla. Porque, como declararía después Belén A. A., le metieron la cabeza en un cubo con agua al menos en diez ocasiones.

Los padecimientos que estas personas causaron a la denunciante resultan algo incomprensible, pero aún lo es más al saber que lo único que había hecho esta mujer era ayudar durante años a Saúl P. G. De hecho, fue al ver que el dinero que le exigía su supuesto amigo era excesivo y decidir ‘cerrarle el grifo’ cuando comenzaron problemas. Porque, según la Fiscalía, este no aceptó que la mujer y su familia dejaran de financiarle los gastos y empezó a extorsionarles y amenazarles de muerte.

Fingió hasta un falso secuestro

Para las acusaciones, desde que el acusado inició una relación de amistad con Belén A. A. en 2010, su único objetivo era aprovecharse económicamente de ella. Y así lo hizo durante mucho tiempo, dicen, inventándose todo tipo de adversidades y penalidades con las que lograba que la víctima acabara dándole dinero. Al parecer, Saúl P. G. llegó a presionar a la denunciante diciéndole que tenía intención de quitarse la vida.

Cuando la mujer empezó a apartarse del acusado, este le hizo creer que por su culpa una banda latina había secuestrado a su hijo. Todo era mentira, ya que lo que realmente pretendía el hombre era exigirle 200.000 euros. Y aunque la vecina de Sabiñánigo no llegó a desembolsar esa cantidad, sí que le dio 26.000 euros en dos entregas. A este dinero hay que sumar las entregas periódicas que la mujer hizo durante años al acusado, lo que eleva el perjuicio a 40.000 euros.

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