Un amigo invisible internacional con epicentro en Aragón

La zaragozana Patricia Parra ha coordinado a las 150 personas que participan en un intercambio de regalos a gran escala.

Detalle del envoltorio del regalo de Ana a su nuevo amigo.
Un amigo invisible internacional con epicentro en Aragón

De Zaragoza a Alemania, de Estados Unidos a Sevilla o de Barcelona a México. Un gran amigo invisible por Navidad ha unido a 150 personas de toda España y de muchos otros países que probablemente nunca verán la cara de su nuevo colega, pero que han dedicado un rato de sus vidas para alegrarle estas fechas.

Una iniciativa internacional con epicentro en Canfranc, desde donde la zaragozana Patricia Parra ha puesto en marcha la idea y se ha encargado de que funcionase. “El objetivo es recuperar la esencia de las redes… que cada vez menos sociales. Compartí en Instagram una pequeña reflexión sobre la deriva de la aplicación, ya que veo que la gente busca cada vez más el ‘like’ y el 'postureo'. Lo cierto es que tuvo buena acogida y eso me hizo pensar en que tenía que hacer algo al respecto”.

Patricia planteó la iniciativa y en seguida vio cómo sus contactos se apuntaban en tromba. “Llegó un momento en que tuve que poner coto porque, si no, la organización se me empezaría a ir de las manos...”, explica.

Los regalos, a poder ser, debían de contar con el añadido de estar hechos a mano, con especial mimo y esmero. Y si el regalador no es especialmente manitas o le da miedo meter la pata, el presente debía tener un pequeño toque personal. Es decir, que no valía con comprar lo primero que se viese en un escaparate para cumplir con el compromiso adquirido.

Además, todos los paquetes debían incluir una postal de la ciudad desde la que salen. “Así, si se acompañan de unas líneas, el destinatario puede conocer un poquito de la ciudad de su nuevo amigo”, indica Patricia.

Entre los obsequios que ya han ido llegando hay atrapasueños, cuadros, cajas de madera de decoración temáticas...

Ana, una joven zaragozana de adopción, es una de las participantes que no dudó en apuntarse desde el primer momento. Hace días que ya envió su regalo en dirección a Alemania: "Como no se me dan muy bien las manualidades, preferí prepararle a mi amigo invisible una macetas pequeñas y un frasco de chocolates... eso sí, para el envoltorio me curré un reno muy majo", apunta.

En vista del éxito de la iniciativa, Patricia tiene pensado repetirla en los próximos años, quién sabe si conociendo amigos invisibles de todos los rincones del planeta.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión