El guardia Salas, incapacitado de por vida

Rodrigo Lanza, el detenido por el asesinato de Víctor Laínez, fue condenado a cinco años de cárcel por dejar tetrapléjico a Salas.

La noche del 4 de febrero de 2006 la vida de Juan José Salas, guardia urbano en Barcelona, cambió para siempre. Esa jornada, el policía formaba parte de un operativo cuyo fin era el desalojo de una fiesta ilegal de okupas en un antiguo teatro de titularidad pública en el barrio de Ciutat Vella. En la calle de Sant Pere més Baix, cercana al Palau de la Música, se desató una batalla campal en la que Salas resultó gravemente herido: una maceta lanzada desde el edificio okupado impactó en su cabeza y lo dejó durante meses en coma. Cuando despertó, era un hombre tetrapléjico privado del autocontrol motor y del habla.

La misma noche de la agresión, la Guardia Urbana detuvo a varios jóvenes. Uno de ellos era Rodrigo Lanza, que fue condenado a cinco años de cárcel por estos hechos. En 2013, el documental ‘Ciutat morta’ convirtió a Lanza en protagonista del caso, que se analizó como un montaje policial salpicado de abusos, errores y corrupción. Pocos meses después de la presentación del documental, que incluso fue premiado en el Festival de Málaga, el Ministerio del Interior otorgó a Juan José Salas la Cruz al Mérito Policial con Distintivo Rojo. A pesar de ser uno de los galardones más importantes de la Policía Nacional, el Gobierno decidió distinguirle por un acto "extraordinario que trasciende el cumplimiento estricto del deber".

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