El ataque con un machete a un vecino del entorno de Conde Aranda durante los pasados Pilares podría ser algo más que un simple robo con violencia. La Policía sospecha que la víctima, de 45 años, y los dos agresores, de 23 y 25, se conocían y que el móvil de la tentativa de homicidio podría ser un ajuste de cuentas relacionado con las drogas. Por ello, han pedido autorización al juez instructor para analizar los teléfonos móviles de los tres y comprobar si hubo llamadas cruzadas entre ellos.

El acuchillamiento se produjo el pasado 14 de octubre poco después de las 9.00 junto a la esquina de la calle Cerezo. El agredido –casado, con tres hijos y camionero de profesión– fue atacado con un machete de unos 40 centímetros y unas tijeras. Aunque sufrió heridas de arma blanca en distintas partes del cuerpo, las más graves se localizaron en su brazo izquierdo, en el que sufrió sección de todo el aparato flexor, los extensores, varios nervios y la arteria cubital.

Según el informe emitido esta semana por los médicos que le asisten en Traumatología del Hospital Miguel Servet, el paciente tuvo que ser intervenido de urgencia y aunque no fue precisó recurrir a la amputación de ningún segmento de la extremidad, el pronóstico es «brazo catastrófico». De hecho, tiene un déficit neurológico y funcional severo.

Respecto al resto de lesiones, los facultativos recuerdan que la víctima también fue asistida de una herida punzante en la rodilla derecha que penetra hasta la articulación, cortes en cara y cuello y heridas cutáneas en tórax izquierdo.

Dijo que le robaron la cartera

La víctima explicó a los agentes que los dos jóvenes, Jamal M. y Djamel M. –a los que asisten los letrados Javier Elía y Cristina Remón–, le robaron la cartera cuando caminaba por el barrio Oliver la madrugada anterior. Según este, horas después se volvió a topar con ellos en Conde de Aranda, donde les reprochó el robo y se desencadenó la violenta agresión.

El Grupo de Homicidios tiene fundadas sospechas de que tras un ataque de estas características hay algo más que un robo, de ahí que ahora trate de atar cabos a través del estudio de los teléfonos.