José María Serrano: "La independencia de Cataluña tendría más costes que beneficios para Aragón a corto plazo"

Es catedrático de Economía por la Universidad de Zaragoza y miembro de la Real Academia de las Ciencias Morales y Políticas.

José María Serrano, catedrático de Economía.
José María Serrano: "La independencia de Cataluña tendría más costes que beneficios para Aragón a corto plazo"
Oliver Duch

¿Cómo se percibe la deriva independentista desde la perspectiva económica?

Es un disparate. Si se llegara a materializar la independencia perderíamos todos. La ventaja de mantener la unión, desde un punto de vista estrictamente económico, radica en el tamaño del mercado, un factor decisivo para el crecimiento económico.

¿Por qué?

Porque cuanto más grande es un mercado, más posibilidades de crecimiento hay. Las empresas pueden encontrar mayores cantidades de producción y abaratar costes. Desde el punto de vista financiero ocurre lo mismo. Estamos en una economía muy integrada. Desanudar nuestros intereses cruzados sería muy costoso.

¿Qué ha llevado a los bancos a trasladar sus sedes sociales con tanta celeridad?

Los bancos no pueden vivir sin el Banco Central Europeo, no pueden tener la inseguridad de que el BCE no les vaya a ofrecer liquidez. Ha habido una retirada de fondos, no masiva pero sí importante, y han podido atenderla porque formaban parte del sistema. Si se produjera la independencia y quedaran fuera cerrarían. Tendrían que decidir cómo y cuándo devolver a los ahorradores el dinero que tenían allí depositado. Por eso, no tenían más remedio que cambiar su domicilio a una zona que estuviese bajo el paraguas del Banco Central.

¿Y las empresas?

Hay que recordar que el resto de España le compra a Cataluña uno de cada cinco euros que produce, por lo que es su mercado más importante. Las empresas lo tienen claro, saben que el grueso de sus clientes están en España, de ahí que se hayan mostrado dispuestas a cambiar su sede social.

¿Qué supone que una empresa traslade su sede social fuera de Cataluña?

Trasladar una sede social a otra comunidad puede parecer un paso poco importante, pero al hacerlo, poco a poco se crea un plano inclinado. Los economistas lo llamamos ‘efecto sede’.Consiste en que allá donde está la cabeza acaba yendo mucha más actividad de la que inicialmente se pensaba. Es más importante de lo que se cree. A corto plazo, eso sí, quizá suponga únicamente la creación de una oficina y la celebración de reuniones del consejo de administración.

También hay empresas que están trasladando su domicilio fiscal...

Esto significa que los impuestos se van a pagar en una nueva comunidad. Por lo tanto, desplaza la actividad hacia la nueva sede. Otra cuestión a la que se le está prestando poca atención es el tema financiero. El resto de España es el principal acreedor de Cataluña, que tiene responsabilidad sobre una parte de la deuda pública española. Hablamos de algo más de 200.000 millones de euros que tendrían que echarse a la espalda. Además, el Estado ha avalado la deuda emitida por la Generalitat. De no haberlo hecho, nadie se la habría comprado. Estamos hablando de una deuda que tiene la calificación de bono basura.

¿Y si no se hiciera cargo?

No cabe pensar en que Cataluña no se haga cargo, ya que quedaría condenada al ostracismo económico y financiero internacional. Lo podría hacer, pero tendría un coste enorme para la comunidad. Por otra parte, hay que recordar que Cataluña tiene tradicionalmente una mayor necesidad de ahorro de la que es capaz de generar. Necesitaría financiarse en el resto del mundo. Si esto fuera así, entrar en una situación de suspensión de pagos le ayudaría muy poco a conseguir financiación futura. Tanto para unos como para otros, cualquier independencia real resultaría un muy mal negocio.

Pocos de los grupos que han anunciado su traslado recalarán en Aragón, ¿a qué se debe?

No hay ningún motivo. Las financieras han elegido zonas donde ya tenían intereses. Las otras grandes empresas se van a Madrid porque piensan que el tamaño de la capital es más adecuado. No creo que Aragón esté perdiendo oportunidades. Seguro que estas grandes empresas van a arrastrar a otras pequeñas o medianas. Algunas acabarán viniendo.

¿Cómo afectaría la independencia a la economía aragonesa?

Le afectaría de pleno porque tiene una relación muy estrecha con la economía catalana. Acorto plazo, los beneficios de una eventual independencia serían muy inferiores a los costes. Estoy seguro de que aquí se instalarían empresas, pero a Aragón no le compensa desarticular unas relaciones comerciales y financieras de tantos años.

¿Qué tiene que hacer Aragón para aprovechar esta oportunidad?

Dudo de que esto pueda ser visto como una oportunidad. Si la independencia de Cataluña se materializa perdemos todos. El interés de Aragón es que esto no llegue a producirse.

Más allá del cambio de sede social, ¿habrá empresas que trasladarán su producción?

Si esto va para adelante, sin ninguna duda. El ‘efecto sede’ tiene mucha importancia. Al final, a quien está al frente de una empresa le resulta más confortable tenerlo todo cerca y no disperso.

¿Calmaría a las empresas la posible activación del artículo 155 de la Constitución o sucedería todo lo contrario?

Las calmaría en cuanto su aplicación comenzase a surtir efecto. Probablemente, en los próximos meses habrá cierta confusión e incertidumbre. No creo que las empresas vayan a cambiar de opinión a corto plazo. Algunas ya han dicho que, independientemente de lo que ocurra, de momento dejan Cataluña. Yo no estoy seguro de que todas vayan a volver. La incertidumbre va a durar tiempo.

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