Constantes vitales bajo mínimos en el corazón de Zaragoza...

Dos tercios de los establecimientos de la capital cuelgan el cartel de vacaciones durante las semanas centrales de agosto.

El Mercado Central, casi cerrado por vacaciones. Si durante el resto del año ya tiene permanentemente cerrados 40 puestos, en verano el aspecto de la emblemática lonja zaragozana es aún más desolador. En pocas semanas  comenzará a instalarse la carpa provisional junto al mercado que aguarda su ambiciosa reforma.
Constantes vitales bajo mínimos en el corazón de Zaragoza...
Oliver Duch

Encontrar sitio para aparcar es fácil estos días en Zaragoza. No lo es tanto comprar en los pequeños comercios de barrio ni en el Mercado Central, donde la mayoría de puestos han echado la persiana en previsión de las vacaciones de sus clientes. La capital aragonesa se convierte, como cada año, en una ciudad fantasma durante el puente del 15 de agosto. Además de los que están de vacaciones, hay que sumar que los que se quedan no se atreven a pisar la calle, ya que los termómetros alcanzaron ayer los 37 grados.

Dos tercios de los comercios deciden aprovechar agosto, el mes más flojo en cuanto a ventas, para cerrar por vacaciones y evitar pérdidas derivadas de las facturas del agua o la luz. Otros optan por no abrir por las tardes, con el llamado ‘horario de verano’, al menos en las dos semanas más complicadas: del 7 al 21.

Incluso el transporte urbano, los buses y el tranvía, empeoran sus frecuencias y reducen el número de vehículos en las calles. Según explican desde Avanza Zaragoza, en la primera quincena de agosto siete autobuses menos completan los itinerarios, en comparación con en los primeros quince días de julio cuando el servicio ya ha sufrido un recorte. No obstante, desde la empresa afirman que el mes pasado el número de viajeros aumentó respecto al del año pasado, situándose en 6.500.000 viajes.

El refugio para los que se quedan en la ciudad estos días, ya sea por obligación o por placer, son las piscinas, que durante los meses de junio y julio se registraron 613.611 usos, un 11,29% más que en las mismas fechas en 2016.

Ocupación hotelera

En cuanto a Zaragoza como destino turístico, los hoteles de la ciudad cerraron el mes de julio con una ocupación del 54% de las habitaciones disponibles, lo que supone un descenso del 1,5% respecto al mismo mes del año pasado, según cifras de la Federación de Empresarios de Hostelería de Zaragoza. Esta entidad prevé una ocupación en agosto del 51%, un 3% inferior a la del año pasado. Afortunadamente, las otras dos capitales de provincia arrojan mejores datos. En Huesca, con la celebración de las fiestas de San Lorenzo, la ocupación hotelera se sitúa entre el 90 y el 100% a pesar de que el tiempo no ha acompañado en exceso. En Teruel capital calculan que este mes de agosto habrá una ocupación del 90%, pero los hosteleros comentan que este año ha sido más "flojo" que otros. Desde el hotel El Mudayyan cuentan que durante este puente han alcanzado el lleno: "Estamos teniendo muchas reservas de última hora", explican, al tiempo que concretan que está siendo un "verano extraño". La ciudad permanece bastante tranquila, ya que según señalan los hoteleros aunque los turistas se alojan en la capital muchos de ellos "se mueven por los pueblos de la provincia", lo que hace que el tránsito por la plaza del Torico no sea excesivo. En cuanto al perfil del turista es mayoritariamente nacional, en concreto del País Vasco y la Comunidad Valenciana.

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