La DGA impulsará planes de protección específicos para las zonas de riesgo de incendios forestales

El Gobierno aragonés lleva dos años trabajando en la actualización del Plan Especial de Protección Civil de Emergencias por Incendios Forestales (Procinfo), que data de 2011, y que en breve saldrá a exposición pública con la idea de que esté aprobado antes de finales de este año. La recomendación de que se elaboren planes específicos de ámbito comarcal o local y de autoprotección, en el caso de instalaciones o edificios con una actividad específica, en las zonas con alto riesgo de sufrir este tipo de siniestros es la principal novedad de este documento de casi 250 páginas. El impulso a estos programas, explica el jefe del Servicio de Seguridad y Protección Civil, Miguel Ángel Clavero, se deriva de la adaptación del Procinfo a la directriz básica nacional publicada a finales de 2013, es por tanto posterior a la normativa autonómica de 2011.

El nuevo texto, en fase de borrador, no va más allá de aconsejar la puesta en marcha estos planes. Su obligatoriedad es un aspecto que compete al Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad de la DGA, quien también ha elaborado el nuevo mapa de riesgos de incendios, cuya versión definitiva se publicará en breve.

La clasificación de áreas críticas establece siete niveles de peligro. Aquellos territorios que tengan al menos un 50% de su término municipal en las áreas tipo 2 o 3 (riesgo extremo y medio/alto), según recoge el borrador del Procinfo, sería deseable que elaboraran con más detalle los aspectos de su plan de protección relativos a los incendios forestales.

Siete comarcas sin planes

Las comarcas y los municipios de más de 20.000 habitantes (Zaragoza, Huesca, Teruel y Calatayud) ya están obligados a contar con un plan de protección civil genérico. En estos momentos, según datos facilitados por la DGA, de las 33 entidades comarcales hay siete que todavía no disponen de él: Bajo Cinca, Campo de Borja, Ribera Baja del Ebro, Calatayud, Campo de Belchite, Campo de Daroca y Maestrazgo. Algunas de ellas ya lo han iniciado y está en tramitación.

Clavero apunta que territorios, entre otros, como el Prepirineo y el Somontano oscenses, además del Sistema Ibérico, son los que tendrían que "prestar una especial atención" a estos programas comarcales o locales para hacer frente a los fuegos en los montes.

En cuanto a los planes de autoprotección, se aconsejan para todas aquellas instalaciones y actividades que ya tengan la responsabilidad de contar con un plan de autoprotección básica y que se encuentren en los tres niveles más altos de riesgo o en una interfaz urbano forestal. Este término, que también quedará determinado en el mapa de riesgos, define el punto de encuentro entre el desarrollo urbano y los bosques, zonas en las que se pueden levantar construcciones aisladas.

Para el jefe del Servicio de Seguridad y Protección Civil, Aragón no es una comunidad con una gran problemática en este tema, más acentuada en Cataluña, Madrid y Valencia, aunque sí existen urbanizaciones o casas aisladas, empresas o instalaciones de gas, por ejemplo, rodeadas de bosque. "Muchas instalaciones y edificios, evidentemente, ya cuentan con estos planes de autoprotección para incendios forestales –concluye Miguel Ángel Clavero–, que contemplan medidas preventivas, clareos, fajas de seguridad, hidrantes, y, en caso necesario, confinamiento y evacuación de las personas".