Un proyecto de una empresa para fabricar yeso en Albalate del Arzobispo llega como un flotador en medio de la incertidumbre y de la crisis en las Cuencas Mineras. Un grupo de socios inversores de varios países, que llevaban dos años visitando Aragón, acaban de constituir una sociedad el pasado día 23 con la intención de invertir once millones de euros en la construcción de una industria en Albalate de Arzobispo que se dedicará a explotar el yeso que proviene del alabastro. Según afirmaron, está previsto la contratación de 30 trabajadores de distinta cualificación cuando la fábrica empiece la producción, prevista para junio de 2018.

La empresa, denominada Toro Gips, se formalizó con un capital de más de dos millones aportado por los socios principales de cinco países (Holanda, Alemania, Turquía, Australia y China). Los empresarios, según revelaron ayer, visitaron varias veces en los dos últimos dos años la citada localidad, de la mano del Gobierno de Aragón, antes de tomar la decisión de instalarse.

Un hito entre la incertidumbre

Marta Gastón, consejera de Economía, Industria y Empleo del Gobierno de Aragón, calificó como "un hito" la llegada de la multinacional, en la que ha participado Aragón Exterior. Destacó la importancia de la instalación de Toro Gips en las Cuencas Mineras ante la "incertidumbre, que no va a desaparecer mañana" de la economía en la zona, en referencia del posible cierre de la Central térmica de Andorra.

"El proyecto se enmarca dentro del ámbito de la economía circular porque se trata de revalorizar los residuos de la extracción del alabastro. Los socios han estudiado producciones similares como un producto innovador", manifestó Gastón. La comercialización del yeso que extraigan del alabastro se dedicarán a fertilizantes, construcción, decoración, creación de polímeros para plásticos y hasta para alimentación animal.

La participación de Aragón Exterior en la negociación con los socios de Toro Gips ha facilitado, según la consejera, las posibilidades de Aragón desde el punto de vista de la logística. "No solo ha sido la calidad del producto, que ha sido fundamental para decantarse por Albalate del Arzobispo, sino las posibilidades logísticas que ofrece Aragón", precisó.

El objetivo es que los productos del yeso se exporten a diez países de todo el mundo. En la decisión final de instalarse en Aragón frente a la oferta de otras comunidades, ayudó que la carretera esté ubicada muy cerca de la mina que van a explotar.

Según los planes revelados durante la reunión de ayer, a partir del mes de septiembre empezará la instalación de la fábrica y hacia mayo o junio de 2018 se prevé el inicio de la producción. "Quieren colaborar con proyectos de I+D en la Universidad de Zaragoza tal y como hacen en otras plantas con mano de trabajo cualificada", detalló Gascón.

El socio turco Erdem Kutukcu explicó en el Pignatelli que quieren nacer con "bastante fuerza" para lograr "mayor calidad en el producto de yeso" (un 98% de pureza), que es el motivo que les decantó a instalarse en Albalate del Arzobispo. Anunció que lo sacarán al mercado con "una tecnología" exclusiva en Europa que se inventó en Australia hace tres años y ahora puede expandirse.

Los socios de la empresa confían en ampliar la capacidad y el número de empleados al "diferenciar los productos y los mercados". "Vamos a exportar a todo el mundo: Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Portugal, Italia, Estados Unidos y algunos países de África", enumeró. "La primera inversión será de 10 u 11 millones y luego podemos ampliar".

El socio fundador de Toro Gips indicó que el yeso que produzcan irá con destino a las empresas de construcción, industrias, alimentación y fertilizantes. Respecto al uso para la agricultura, Kutukcu agregó que se emplea mucho en Estados Unidos al mejorar la tierra, según varias investigaciones que se han realizado.