CSIF pide que Educación compruebe que las aulas no superan los 27º como marca la ley

El sindicato CSIF ha enviado ya una decena de solicitudes a la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales del Departamento de Educación pidiendo que se comprueben las temperaturas que alcanzan las aulas de los centros educativos de la Comunidad durante estos días.

Según recordó ayer Alfonso Zafra, presidente de CSIF de Educación de Aragón, hay un decreto que regula la seguridad y la salud laboral en los centros de trabajo, que fija en 27º la temperatura máxima en los puestos laborales. Este tope está siendo superado en muchos centros educativos de la Comunidad desde principios del mes de junio.

De hecho, el sindicalista aseguró que todos los días, en un continuo goteo, reciben quejas de profesores por el calor que están sufriendo en las clases. No solo llegan a CSIF, también el resto de sindicatos de Educación llevan atendiendo quejas de sus afiliados en los colegios e institutos, sobre todo en las últimas semanas. En todos los casos, los termómetros han superado, en algún momento de la mañana, los 30 grados, lo que complica la actividad docente, aseguran los representantes de los trabajadores.

Ayer fueron los colegios de Vadorrey y el instituto Jerónimo Zurita los que enviaron sus quejas a CSIF, con lo que el sindicato ha remitido ya –aseguró Zafra– nueve solicitudes de evaluación de riesgos por causa de las altas temperaturas que se viven estos días en las aulas. En los escritos, remitidos a la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales de Educación, se explica que en diferentes clases, con las persianas bajadas, la temperatura que se llega a alcanzar supera los 30º, lo que puede provocar "riesgos para el profesorado y por consiguiente también para el alumnado". Y se pide que se tomen las medidas preventivas oportunas para evitar o minimizar los riesgo. Desde Educación se aseguró ayer que se estudiarán para ver que solución se puede dar.

El sindicato volvió a insistir en la necesidad de que se elabore un protocolo de actuación que contemple estas situaciones excepcionales. Asimismo, reiteró que faltan medidas paliativas para hacer más llevaderas estas sofocantes jornadas en los años en los que las temperaturas de junio (o septiembre) son excesivamente altas. Entre las propuestas enumeró los ventiladores, sombras en los patios de recreo o fuentes de refrigeración. Desde los centros educativos, los profesores están tomando medidas que hagan más soportable el calor: ventilar las aulas, abrir puertas y ventanas o bajar las persianas, entre otras.

Acortar la jornada lectiva

Bien es verdad que, pese a las altas temperaturas que se están registrando estos días en Aragón, no se tiene noticia de que el calor haya afectado a la salud de profesores o alumnos, como ha ocurrido en otras Comunidades. La agencia Efe informaba ayer que, durante la mañana, 47 alumnos, de entre 12 y 18 años, del Instituto Neil Armstrong de Valdemoro habían tenido que ser atendidos por el Summa (el servicio de urgencias de Madrid) con síntomas leves por altas temperaturas. Seis de ellos fueron trasladados al hospital para una mayor observación y todos fueron dados de alta posteriormente al no tratarse de un golpe de calor.

Asimismo, apuntó que el Departamento de Educación de Madrid dejará libertad a los colegios de la Comunidad para acortar la jornada escolar por las altas temperaturas. Esta medida excepcional garantizará, no obstante, que los niños puedan quedarse en el colegio hasta terminar el horario lectivo.